Los videos y fotografías que el martes difundieron en sus canales oficiales la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y el senador Ricardo Monreal recorriendo el Antiguo Palacio del Ayuntamiento son la escena típica de cuando un presidente o gobernador saliente placea a su sucesor por las oficinas que ocupará. También es muestra de una transición tersa.
Los videos y fotografías que el martes difundieron en sus canales oficiales la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y el senador Ricardo Monreal recorriendo el Antiguo Palacio del Ayuntamiento son la escena típica de cuando un presidente o gobernador saliente placea a su sucesor por las oficinas que ocupará. También es muestra de una transición tersa.

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


Los videos y fotografías que el martes difundieron en sus canales oficiales la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y el senador Ricardo Monreal recorriendo el Antiguo Palacio del Ayuntamiento son la escena típica de cuando un presidente o gobernador saliente placea a su sucesor por las oficinas que ocupará. También es muestra de una transición tersa.

Ese recorrido a muchos les recordó aquellos días de 2018 cuando después de que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección, Enrique Peña lo invitó a Palacio Nacional, precisamente para que conociera la que sería –literal– su casa durante su mandato.

Lo ocurrido antier entre Sheinbaum y Monreal en nada se parece al gélido encuentro que sostuvieron el 31 de enero en el Senado de la República, donde apenas estuvieron 10 minutos a solas en una oficina del histórico recinto de Xicoténcatl. No se supo de qué dialogaron, pero al salir tampoco en sus rostros brotaba la sonrisa de haber sostenido una charla amena. Fue el primer acercamiento.

En aquel contexto volvió a cobrar fuerza el ofrecimiento que –es sabido– hizo el presidente López Obrador a Monreal –a través del titular de la Secretaría de Gobernación, Adán López–, de que a cambio de apoyar a Sheinbaum para la Presidencia en 2024, le entregaría la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.

Aunque en principio Sheinbaum aparentó rebelarse ante la petición presidencial de abrirle paso a Monreal en la CDMX, después los emisarios respectivos fueron preparando el terreno para el terso encuentro de este martes. Nadie podría negar que ese acercamiento es típico de dos políticos que se ponen de acuerdo, dejan atrás rencillas y se ocupan de los intereses en común.

El encuentro ocurre, además, en el marco de encuestas serias recientes que ubican a Sheinbaum como reprobada por la mayor parte de sus gobernados. Es decir, ya perdió la CDMX, y ahora necesita del propio Monreal para que la 4T la recupere.

El aparente terso encuentro del martes entre Sheinbaum y Monreal coincide con otros hechos previos. Por ejemplo, que desde hace varias semanas la alcaldesa de la Cuahtémoc, Sandra Cuevas –a través de quien Monreal controla esa demarcación–, cesó su actitud rijosa contra la jefa de Gobierno, pues el último mensaje que le dirigió fue extrañamente muy respetuoso. Además, cuando el jueves pasado el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, del PAN, denunció persecución política de parte de Sheinbaum, Cuevas ya no lo respaldó. Guardó silencio.

Y más aún: el lunes la propia Cuevas dijo que no buscaría reelegirse en la Alcaldía ni tampoco la Jefatura de Gobierno, y que incluso se retiraría de la política una vez que concluya el encargo, el 30 de septiembre de 2024, mismo día que también termina el sexenio de López Obrador.

Si Monreal compitiera en la encuesta para buscar la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno de la CDMX, tendría como única rival seria a la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Es decir, esta historia podría llamarse: Sheinbaum y Monreal, juntos hasta 2030.

Pero si sigue por el camino de la Presidencial, Monreal ya tiene algo más que ofrecerle a AMLO, que tiene buena relación y se puede reunir con las tres corcholatas presidenciales, pues antes de Sheinbaum lo visitó en el Senado Adán Augusto, el 13 de febrero, y dos días después se encontró con el canciller Marcelo Ebrard. En ambos casos, posteó fotos en que todos lucen sonrientes. Monreal juega hasta hoy al menos esos dos proyectos. Lo que es un hecho, es que con Morena o sin Morena no se quedará con las manos vacías en 2024. Lo veremos.

David Polanco

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