Tal parece que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, no podía quedarse atrás de su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en eso de promover la marcha ciudadana llamada “El INE no se toca”.
Tal parece que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, no podía quedarse atrás de su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en eso de promover la marcha ciudadana llamada “El INE no se toca”.

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea

Tal parece que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, no podía quedarse atrás de su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en eso de promover la marcha ciudadana llamada “El INE no se toca”.

El sábado, día previo de la manifestación, Sheinbaum informó que para este domingo habría una contingencia ambiental, por lo que desató una oleada de críticas en su contra, acusaciones de que era una forma de boicotear la marcha al dificultar la movilización vehicular, pues una contingencia como esta implica la restricción de circular aproximadamente al 30 por ciento del parque vehicular.

Tras las enormes críticas, Sheinbaum salió a defenderse en su cuenta de Twitter: “Para aquellos que por lo visto están desinformados o difunden falsedades por mala fe, las contingencias ambientales las establece un grupo técnico de la @CAMegalopolis, con las secretarías del medio ambiente federal, de la Ciudad y del EdoMex. Los datos son públicos y abiertos”.

En parte Sheinbaum tiene razón, pues en efecto la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) está conformada por los gobiernos de la CDMX, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala. La coordina la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de la federación, subordinada de López Obrador.

Sin embargo, baste que el gobierno capitalino solicite una contingencia, ésta tiene que ser decretada por la CAMe.

La opinión pública ampliamente consideró que Sheinbaum ordenó la contingencia ambiental con fines políticos, para afectar la marcha, juicio que fue dominante en las reacciones en las redes sociales.

Sheinbaum terminó promoviendo la marcha, igual que su jefe, quien durante toda la semana pareció más el líder de una camarilla política agresiva, que un jefe de Estado. Lanzó agresiones todos los días contra un sector de sus gobernados que saldrían a manifestarse, a quienes acusó de “corruptazos, rateros, racistas, clasistas, hipócritas, sin autoridad moral”.

Hubo otra estrategia de Sheinbaum que también le ayudó a la marcha. Dio luz verde al presidente de Morena en la CDMX, Sebastián Ramírez, para que acusara que la oposición preparaba el acarreo de manifestantes. “En el PRIANRD no pueden llamarse defensores de los derechos laborales mientras extorsionan trabajadores para asistir a sus movilizaciones. Si no quieres ir a la marcha de Lorenzo, ¡que no te obliguen!”, dijo Ramírez.

Provocó la respuesta de la alcaldesa Lía Limón, de Álvaro Obregón: “Desesperados de saber que va a ser una enorme marcha, libre, ciudadana y con una gran convocatoria”.

Santiago Taboada, edil de la Benito Juárez. “No saben ni dónde meterse, se creen (los de Morena) dueños de las calles, y lo que no han visto es que la oposición está viva, está fuerte en la ciudad. La gente quiere salir a defender una institución que no es de ningún partido político”.

Ayer, entre los contingentes de la marcha, se cruzaron ciudadanos que salieron a manifestarse en el año 2005 contra el desafuero de López Obrador, así como a las marchas de apoyo postelectorales de 2006, en que acusaban fraude electoral. “Quién nos iba a decir que hace 15 años salimos a apoyar a López Obrador, y hoy venimos a protestar contra él. Nos engañó”, decían.

Así, pareciera que en los siguientes meses rumbo a la elección presidencial los grandes promotores de la oposición no van a ser los propios opositores sino, como en este caso, el presidente y su réplica. Lo veremos.

David Polanco

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