Ex concesionarios de la Ruta 11 denunciaron la complicidad entre la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México y el sistema de transporte articulado, Metrobús, para despojarlos de su patrimonio en el que invirtieron para participar en la Línea 2, que va de Tepalcates a Tacubaya.


Ciudad de México, 14 junio 2021 (REDACCIÓN / CDMX MAGACÍN).- Ex concesionarios de la Ruta 11 denunciaron la complicidad entre la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México y el sistema de transporte articulado, Metrobús, para despojarlos de su patrimonio en el que invirtieron para participar en la Línea 2, que va de Tepalcates a Tacubaya.

Al presentarse frente a las oficinas del gobierno capitalino, advirtieron que la problemática puede agravarse pues los actuales administradores ofrecen las concesiones a cuatro consorcios por la cantidad de 150 millones de pesos.

En representación de los 52 afectados, Azael Arellanes, Modesta Castillo y Erick Hernández, pidieron a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, detener las irregularidades y se respeten sus derechos, «como lo ordenaba una revocación de la concesión realizada en 2015 para formar una nueva empresa con todos los concesionarios y/o se les integre como socios fundadores de Transportes SAJJ», explicaron mediante un comunicado.

Cuando se realizó la convocatoria para formar las empresas, refiere el texto, se especificó que los integrantes debían acreditar ser concesionarios del transporte público colectivo en activo, sin embargo, «el entonces Secretario de Transportes y Vialidad (Setravi), Armando Quintero Martínez dejó pasar el acta constitutiva donde sólo aparecían dos socios que carecían de concesiones y tampoco chatarrizaron unidades porque carecían de ellas, José Juan Sánchez Armas, dirigente de la Ruta 11 y Erick Torres Donat, mientras que los verdaderos concesionarios quedaron fuera de la sociedad a pesar de que entregaron cerca de 180 mil pesos para la constitución de la empresa y la compra de unidades».

En 2012, cuando falleció su líder, se percataron que quien poseía 90 por ciento de las acciones era Sánchez Armas, a quien de buena fe donaron sus concesiones a cambio de ser integrados como socios fundadores a Transportes SAJJ. Quien se asumió como dueño fue el hijo de Sánchez Armas, José Juan Sánchez Rodríguez, que se negó a reconocerles sus derechos como socios.

Fue entonces que exigieron ante la Setravi un procedimiento administrativo de revocación de la concesión No. STV/METROBÚS/005/2008, que les fue otorgada en el año 2015, pero, a partir de esa última noticia se les cerraron todas las puertas en la Setravi y de la hoy Secretaría de Movilidad (SEMOVI), por lo que carecen de toda información sobre el destino que se le dio a ese fallo, abunda el texto.

“La mayoría de los ex concesionarios somos personas de la tercera edad que hace 13 años entregamos todo lo que teníamos como patrimonio y que hoy está en juego por este fraude que nos quieren hacer con el consentimiento de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, entre ellas de la SEMOVI y el órgano desconcentrado, Metrobús”, expresó Azael Arellanes.

David Polanco

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