A pesar de que el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch encabeza diversas encuestas hacia la Jefatura de Gobierno en 2024, hay una serie de hechos que hacen inviable su candidatura, con lo que entre los posibles por Morena, hasta hoy, sólo quedan la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y eventualmente el senador con licencia Ricardo Monreal.
A pesar de que el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch encabeza diversas encuestas hacia la Jefatura de Gobierno en 2024, hay una serie de hechos que hacen inviable su candidatura, con lo que entre los posibles por Morena, hasta hoy, sólo quedan la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y eventualmente el senador con licencia Ricardo Monreal.

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


A pesar de que el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch encabeza diversas encuestas hacia la Jefatura de Gobierno en 2024, hay una serie de hechos que hacen inviable su candidatura, con lo que entre los posibles por Morena, hasta hoy, sólo quedan la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y eventualmente el senador con licencia Ricardo Monreal.

Los escollos para Harfuch son, en primer lugar, que le hace falta al menos una fotografía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que éste emitiera un pronunciamiento a su favor, para tirar línea a los morenistas –principalmente a los más duritos, los de la Nomenklatura– de que tiene permiso para buscar la candidatura.

Muy poco probable, porque es sabido que no goza de la gracia de López Obrador, al menos por dos razones. La primera, porque quien lo llevó a la Secretaría de Seguridad Pública Federal fue Luis Cárdenas Palomino, encarcelado en México y quien fuera brazo derecho de Genaro García Luna, sentenciado en Estados Unidos por varios delitos, entre ellos narcotráfico.

Hoy parece que va a ser más difícil, porque se sabe que el gobierno de López Obrador pretende ir al último capítulo del caso Ayotzinapa para enjuiciar a quienes de acuerdo con su indagatoria son probables responsables. Esto va a revivir el informe del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, en el que le atribuyen a Harfuch haber participado en una reunión donde se fraguó la miserable “verdad histórica”. Él siempre se ha defendido diciendo que la noche en que desaparecieron los 43 estudiantes no estaba en Guerrero, pero de todas formas era el responsable de la Policía Federal en esa entidad, y por lo tanto participaba en las Mesas de Seguridad.

Otro elemento que hace inviable la candidatura de Harfuch es que las bases de Morena no lo quieren –ni siquiera milita en el partido–, pues lo ven como un advenedizo, debido a que no estuvo con ellos ni en la conformación del partido y ni siquiera en la elección de 2018. Llegó al Gobierno en 2019.

Uno hecho también muy importante, aunque para algunos pudiera ser nimio, es que Harfuch sufrió un atentado en junio de 2020, en el que dispararon 414 balazos a su camioneta. Uno de sus custodios falleció y él resultó con heridas que afortunadamente no pusieron en riesgo su vida.

Con este antecedente, Harfuch tendría que hacer su campaña por la Ciudad de México rodeado de guaruras. A cada mitin llegaría con escoltas empujando y golpeando a la gente, y no podría tener esa cercanía con el pueblo que AMLO exige a los militantes de Morena y más a sus candidatos.

Además, Harfuch puede tener algunos atributos para ser candidato, pero no el de la facilidad de palabra, ni oratoria, y por supuesto menos la ideología de la “4T”, porque no tiene esa formación política. Es difícil imaginar que pueda ganar un debate contra el candidato que más se perfila por la oposición, Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez y militante del PAN.

Por último, Harfuch se ha desmarcado por lo menos en tres ocasiones. La última, de forma contundente a pregunta expresa: “Sí, nos descartamos, porque soy jefe de la Policía. No tengo ningún otro interés más que hacer la tarea que me es instruida todos los días”. El miércoles pasado, la propia Claudia Sheinbaum prácticamente lo dejó fuera: “Omar es importantísimo para mantener la seguridad en la Ciudad”, dijo. Es decir, es inamovible, una señal de que estará en su encargo hasta el final de la administración, porque es una candidatura inviable. Lo veremos.

David Polanco

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