Los números no reflejan buenos resultados de la estrategia emprendida por la administración sheinbaumpardista pues no consigue convencer a la ciudadanía de respetar las normas sanitarias, al contrario tolera las indisciplina.
Ciudad de México, 8 enero 2021 (ENRIQUE SERNA / CDMX MAGACÍN).- El semáforo rojo en la Ciudad de México y la presumida coordinación entre autoridades han pasado con más pena que gloria, la movilidad y actividad de la ciudadanía parece la cotidiana sin pandemia, lo que se comprueba con las incontrolables cifras de contagios y muertos por Covid-19.
El último reporte compartido por la titular del Ejecutivo local, Claudia Sheinbaum, correspondiente al 6 de enero, indica que en las 24 horas recientes sumaron 5 mi 590 nuevos positivos, la cifra más alta en lo que va del semáforo. Se registraron también 274 fallecimientos.
Buenas noches, les comparto el informe diario de la situación de la Ciudad frente al #Covid19 https://t.co/nvod062gnM#ProtégeteYProtegeALosDemás pic.twitter.com/0YdtiohG4W
— Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) January 8, 2021
Las reacciones en redes sociales no son nada favorables para la Doctora.
La jornada previa ya se había llegado al récord de 5 mil 493 positivos nuevos y 224 muertes. Un día antes se reportaron 4 mil 617 contagios y 203 defunciones. Es decir, hay un crecimiento sostenido.
Los números no reflejan buenos resultados de la estrategia emprendida por la administración sheinbaumpardista pues no consigue convencer a la ciudadanía de respetar las normas sanitarias, al contrario tolera las indisciplina, como lo mostró la mandataria al referir que Tepito es un territorio difícil dónde únicamente va a dialogar; mientras fluyó la gente si recelo. Tianguis, mercados y festejos sin control abonaron también al repunte.
Con esas cifras se espera que este viernes la científica anuncie el color del semáforo epidemiológico para la siguiente semana, aunque ya adelantó que con el nivel de ocupación hospitalaria, será difícil pasar a naranja.
Pero con la desesperada y natural postura de los empresarios restauranteros, quienes probablemente levanten cortinas pese a la prohibición, el escenario no se antoja halagüeño para la mandataria y para la ciudad.
Llama la atención, también, que Sheinbaum ya sabía que vendría la peor etapa de la pandemia en enero y ni así modificó la estrategia, se limitó a esperar el incremento con inciertas ampliaciones de capacidad hospitalaria, también ya casi a punto de colapsar.
***La opinión expresada en el texto es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la línea editorial de este medio.
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