Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Aunque liderazgos de Morena se han tomado a chacota la posibilidad de que el jefe de la policía, Omar García Harfuch sea su abanderado a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pues ven completamente inviable esa candidatura, hay figuras más importantes del movimiento de la “4T” que hasta han alentado esa posibilidad. Es el caso de la corcholata Claudia Sheinbaum, ex jefa de Gobierno, quien ha ‘tirado línea’ hasta a secretarios del Gobierno capitalino para que promuevan al policía y ayuden a convencer a las bases morenistas –donde no lo tragan– de que es la mejor opción para conservar el poder en la capital en 2024. Tarea doblemente difícil, porque no es querido en Palacio Nacional y lo tachan de advenedizo.
El mismo Martí Batres, jefe de Gobierno, ha tenido que cuidar al jefe policial, y por eso desde que asumió el cargo a mediados de junio, una y otra vez ha salido a defender lo que él considera buenos resultados de Harfuch en materia de seguridad, con el eco de Sheinbaum.
El grave problema ahora –en detrimento del ciudadano–, es que el tema de la seguridad ciudadana se contaminó con el debate político-electoral de las aspiraciones de Harfuch, quien anda distraído y con más incentivos para maquillar cifras, como el caso de una supuesta reducción en homicidios violentos durante 2022, pero con el aumento de más del 100% en el número de desaparecidos, y la sospecha de que en esa estadística esconden a los muertos.
Harfuch ya se la creyó y por eso trae un ejército de bots en redes sociales y asesores de imagen, aquellos que seguramente le mal aconsejaron que vaya a los eventos oficiales con chalequito y camisa arremangada para verse jovial, aunque en su carácter de policía comunique frivolidad, lo que no le ayuda. Si le quieren ayudar, por ejemplo, podrían enseñarle a leer con fluidez y a hablar en público, porque con ese nivelazo que trae a nadie le va a ganar un debate.
Al interior de la policía también buscan construir la narrativa de campaña para Harfuch. Por eso giraron la instrucción a los jefes de sector para que, entre otras cosas, pongan en sus estados de Whatsapp encuestas de que le gana a cualquier otro militante de Morena, y por supuesto también a cualquiera de la oposición.
La gente de Sheinbaum se ha encargado de difundir la especie de que ella va a decidir la candidatura en la Ciudad de México y su favorito es Harfuch. La realidad es otra: el personaje que encabeza el proyecto de Morena de reconstruir el sistema político mexicano es el presidente López Obrador, quien hará los acuerdos de más alto nivel para que su movimiento retenga la Presidencia en 2024, lo que transita por cumplirle a Ricardo Monreal el acuerdo de que va a ser candidato a la CDMX, a cambio de respaldar a Sheinbaum en la presidencial.
En este contexto, se entiende que Sandra Cuevas, alcaldesa de la Cuauhtémoc –cuyo jefe político es Monreal–, se lance tan duro contra el jefe policial. El martes por la noche le dijo: “¿A dónde está Omar García Harfuch? El Batman de la Ciudad de México sirve para dos cosas, y por respeto a todos ustedes no digo para qué sirve, no sirve para nada… Lejos de dar seguridad Omar, ¿sabes qué has hecho? Traer aquí la presencia del crimen organizado”. Frases deleite también para los oídos de Clara Brugada, a quien quiere la nomenklatura de Morena para la CDMX. Harfuch está a tiempo de recapacitar y dedicarse a ser policía, pues corre el riesgo de quedarse como el perro de las dos tortas. Lo veremos.
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