Las consecuencias económicas de la pandemia empiezan a vivir unos de sus primeros momentos críticos, la situación que atraviesa la industria restaurantera ya preocupa tanto al gremio que decidieron desafiar abiertamente las disposiciones oficiales y motivarse a levantar cortinas con el lema, «abrir o morir».
Ciudad de México, 13 enero 2021 (ENRIQUE SERNA / CDMX MAGACÍN).- Las consecuencias económicas de la pandemia empiezan a vivir unos de sus primeros momentos críticos, la situación que atraviesa la industria restaurantera ya preocupa tanto al gremio que decidieron desafiar abiertamente las disposiciones oficiales y motivarse a levantar cortinas con el lema, «abrir o morir».
Las primeras aperturas se dieron y hubo, según cifras oficiales sólo apercibimientos pero después trascendió la clausura de un restaurante cuyo nombre hace referencia a un estado del norte; en tanto, la jefa de gobierno acusa politización del tema. Lo peor de los eventuales cierres de estos establecimientos es la pérdida de miles de empleos, que tampoco es bueno para el gobierno en términos de cifras.
Ante la seriedad del tema la administración sheinbaumpardista decidió atenderlo con mesas de diálogo, en las que según el Secretario de Gobierno, Alfonso Suárez del Real, se ponderará el equilibrio entre salud y economía para la apertura. Los primeros avances se conocerán este viernes.
Pero en un ámbito local, en Benito Juárez se mencionó ya otra alternativa a la disposición oficial del gobierno central; con que se permitiría operar a los restaurantes como lo hacían: «mesa segura, aforos permitidos, horarios acotados y la implementación de las medidas sanitarias conocidas; además de mantener la aplicación del código QR para rastreo de contagios», detalla el alcalde Santiago Taboada en su cuenta de Twitter.
Y es que para el alcalde no existen sustentos sólidos que comprueben que los restaurantes constituyan lugares de potencial contagio. Aunque estos locales han permanecido cerrados las cifras van en aumento acelerado. Incluso Sheinbaum Pardo atribuye la mayor cantidad de contagios a las fiestas y reuniones.
Por su parte los empresarios del ramo no piden más apoyo que permitirles trabajar para conservar unos 340 mil empleos directos, y con eso ayudar al sustento del mismo número de familias. En una carta abierta recientemente entregada a las autoridades, refirieron que 10 mil restaurantes ya no verán de nuevo la luz y con ello también se extinguieron 50 mil empleos.
Mientras tanto Sheinbaum dijo no ver el tema como una confrontación, «no lo veo así, de ninguna manera», esbozó, aunque no pierde oportunidad para acusar intereses políticos. Y como ha hecho con los taxistas y transportistas y los artesanos; prometió encontrar la mejor salida. Será cosa de esperar, sentados quizá.
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