A la sombra del Ángel

Enrique Serna
@esernamx


Este fin de semana la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, interrumpió momentáneamente su ya muy avanzada promoción personal para dar un giro de tuera y hacer un ajuste emergente en su gabinete, se vio obligada a aceptar la renuncia de Paola Félix como titular de la Secretaría de Turismo.

La renuncia no es lo que llama poderosamente la atención, pero si sus motivaciones. Trascendió que la ahora exfuncionaria acudió a una boda en Guatemala, a donde viajó a bordo de una jet privado, y presuntamente con 25 mil dólares en su poder, que pretendía ingresar a al vecino país del sur sin haberlos declarado previamente, por lo que hasta fue detenida, según se dio a conocer en medios de comunicación.

Naturalmente y como ya es costumbre en la cuatrote, Félix Díaz negó las acusaciones sobre el dinero y la detención, pero admitió que si había viajado en avión privado con sus propios recursos.

Del acontecimiento se desprenden varias reflexiones; la primera, la reacción de la jefatura de gobierno se dio una vez que el caso se había ventilado en medios; la respuesta fue tardía y escueta, en una brevísima tarjeta informativa el gobierno capitalino asegura aceptar la renuncia pues «Los principios de Austeridad Republicana son fundamentales para el Gobierno capitalino, por lo que refrenda su compromiso con la honradez y transparencia».

Pero si de transparencia se trata, el asunto no fue nada transparente, pues entre tantas justificaciones la involucrada omitió mencionar que viajó a Guatemala para asistir a la boda del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del SAT, Santiago Nieto con la Consejera del Instituto Nacional Electoral, Carla Humphrey.

La tardía reacción de Sheinbaum Pardo motiva a la suspicacia pues actuó una vez que el caso se ventiló en medios, como si no estuviera enterada, y si bien eso le dio la oportunidad de enarbolar la austeridad y el combate a la corrupción, la científica no puede argumentar desconocimiento pues al enlace matrimonial estuvieron invitadas otras figuras cuatroteistas, Andrés Manuel López Obrador entre ellas, como él mismo admitió.

Otra de las reflexiones inevitables es, justamente, el combate a la corrupción y a los excesos de los políticos y funcionarios. Precisamente Santiago Nieto es uno de los largos brazos con los que cuenta AMLO para perseguir a adversarios y críticos, como el caso de los investigadores del SNI a quienes hasta prisión preventiva se les ha planteado por presuntos desvíos.

Obligado es reflexionar también si Andrés Manuel López Obrador tolera o incluso aprueba estás ostentosas prácticas de sus colaboradores pues eso contraviene directamente la máxima, «No puede haber gobierno rico con pueblo pobre», ¿cuántos mexicanos tienen la oportunidad de viajar al extranjero a casarse?. El tabasqueño estuvo enterado de la boda y los pormenores, igual que Claudia Sheinbaum; de no ser así es motivo de alarma de que los funcionarios de mayor rango, a niveles federal y local, no estén enterados de lo que hacen sus subalternos.

También tendrá que escudriñarse el origen y destino del dinero. Se presume que el recurso era del director del periódico El Universal, Francisco Ealy Ortiz, quien también fue invitado al convite. De aquí surge otra interrogante, ¿cuál es la relación que guardan los funcionarios con el medio? Naturalmente también llama a la sospecha saber cuál será el grado de infiltración de la cuatrote al interior de INE.

Muchas explicaciones habrá que escuchar al respecto, pero más interesante será esperar algunas sanciones.

David Polanco

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