Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Por más que una y otra vez el candidato del PAN, PRI y PRD, Mauricio Tabe conminaba al de Morena, Miguel Torruco a debatir, a contrastar ideas sobre los problemas y proyectos para la alcaldía Miguel Hidalgo, éste actuaba como porruco y nunca se salió del guion que le escribió el exalcalde morenista Víctor Hugo Romo, el mismo que ya no quiso competir por ese cargo en este 2024, y que mandó a perder al junior del secretario de Turismo de AMLO.
Todo lo traía por escrito Torruco, incluso su respuesta a una ilegalidad que era evidente que le exhibiría Tabe, de que es accionista de dos empresas que tienen contratos con el gobierno federal, pues la información la difundió en su edición impresa de este miércoles el diario El Universal, misma que fue mostrada por Tabe en el debate organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
Torruco leyó el instructivo que le decía que primero tenía que negar que es socio de una y que la otra tiene sus declaraciones en cero. “Pagaste la nota de primera plana”, acusación muy delicada e infundada de Torruco, en referencia a lo difundido por el rotativo. ¿Qué dirán en ese periódico?
Torruco demostró que tampoco es ducho para leer, pues su nivel no parece acorde con alguien que presume hasta estudios de posgrado y que además tiene casi 3 años como diputado federal.
Otra de las instrucciones tempraneras para Torruco decía que debía provocar a Tabe: que la enorme calcomanía que llevaba se la pegara en su atril. Al pie de la letra lo hizo Torruco, y es cuando más porruco se vio. Era una provocación, quería sacar de quicio a Tabe, quien simplemente mostró la lista de encuestas en que va en primer lugar con hasta más de 20 puntos de ventaja y despegó la calcomanía del atril.
Eso fue una clara violación a los acuerdos establecidos por los partidos políticos para los debates, porque no se debe acercar un candidato al otro y menos invadir su atril. Pero ninguno de los moderadores se atrevió a llamarle la atención a Torruco. Se quedaron paralizados, ‘nomás milando’.
La otra parte del guion que traía Torruco le indicaba gesticular, hacer poses como recargarse en el atril, ponerse de lado, mirar hacia arriba, señalar a Tabe con el dedo flamígero amenazante. Un lenguaje corporal agresivo, porruco.
Tabe siempre se refirió a él como el candidato de López Obrador, sabedor de que en la Miguel Hidalgo la mayor parte de la población no está de acuerdo con el primer mandatario, entre otras razones porque no pudo contra la violencia y la inseguridad en el país. Pero también porque un amplio sector en esa demarcación es de clase media, esa que ha denostado AMLO, lo que le recordó con una gráfica Tabe.
Cuando Torruco se salió del guion, cometió errores elementales, como quejarse, criticar que hay gente que no vive en la Miguel Hidalgo pero que sí va a utilizar los deportivos en la Miguel Hidalgo. ¿Entonces va a exigir el INE con domicilio en esa demarcación para dejarlos entrar?
En un tema serio, Tabe recordó que Romo le entregó la Miguel Hidalgo como la tercera más insegura de la capital, y ahora él la puso como la tercera más segura, según el INEGI. Y retó a Torruco a decir de nuevo que Iztapalapa es más seguro. Trató de hacerlo, pero se enredó en la lectura atropellada y en sus cifras. Ah, por cierto, también estuvo el candidato de MC, Arturo Carbia, fiel en su papel de palero. El debate afianzó la ventaja de Tabe, y todo apunta que ganará con cómoda ventaja la elección. Lo veremos.
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