Desde hace unos días, en los círculos políticos se preguntan qué trama la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, con eso de que inició su “Ruta de la Gratitud” para recorrer todo el país y agradecer a quienes escucharon a su hija Mariana Moguel cuando buscó su solidaridad en los días que estuvo en prisión.
Desde hace unos días, en los círculos políticos se preguntan qué trama la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, con eso de que inició su “Ruta de la Gratitud” para recorrer todo el país y agradecer a quienes escucharon a su hija Mariana Moguel cuando buscó su solidaridad en los días que estuvo en prisión.

Glorieta de Colón

Desde hace unos días, en los círculos políticos se preguntan qué trama la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, con eso de que inició su “Ruta de la Gratitud” para recorrer todo el país y agradecer a quienes escucharon a su hija Mariana Moguel cuando buscó su solidaridad en los días que estuvo en prisión. La gira de Robles ocurre de manera paralela a la de corcholatas de Morena y de los aspirantes del Frente Amplio por México, de quienes se deslinda, a pesar de que su primer acto fue en Morelos, con el Frente Cívico Nacional, una de las organizaciones que participa en ese bloque opositor. Parece claro que Rosario no va a buscar la Jefatura de Gobierno de la CDMX, porque de ser así no haría una gira nacional y además en el Frente Amplio lleva mano ya el panista Santiago Taboada. Hay quienes no descartan que al final Rosario se sume al Frente y fuese por una posición firme al Senado de la República, y al mismo tiempo apuntale la campaña presidencial, porque al final salió exculpada de todas las acusaciones, y ha acusado que fue presa política de López Obrador. Otro escenario se antoja más difícil: que Rosario aceptara ser candidata presidencial de Movimiento Ciudadano, porque eso sería dividir a la oposición y permitir que siga en el poder el partido que la metió a la cárcel de manera injusta, como ella acusa. Lo veremos.

 

La ‘4T’ hace justicia

Una de las mejores historias de éxito gracias a la “4T” es la del empresario Fernando Villa Ferrer, quien pasó de tener una modesta pequeña empresa, “Ferretería Portales”, a una compañía que durante el gobierno de Claudia Sheinbaum en la CDMX ha logrado 21 contratos –17 por adjudicación directa–, que ascienden a 35 millones de pesos, algo así como 8 millones por año. De este hecho da cuenta la oposición y anticipa que lo llevará al Pleno del Congreso el próximo miércoles. Ni duda cabe que Villa es un emblema de lo redituable que puede ser aportar para campañas electorales, pues donó 62 mil pesos a la de Sheinbaum y le retornaron 500 pesos por cada peso que aportó. Sí que le hizo justicia la “4T”.

David Polanco

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