CIUDAD DE MÉXICO, 26 de marzo, (REDACCIÓN CDMX MAGACÍN).- Las disculpas que ofreció Sandra Cuevas, alcaldesa de la Cuauhtémoc, a policías capitalinos, quienes la acusaron de abuso de autoridad, robo calificado y discriminación, no han sido tomadas de buena manera, ya que han sido calificadas como a “medias”, ya que rechazó haber cometido una agresión o una falta de mayor consideración.
“Me disculpo, pero no reconozco los hechos, me disculpo de corazón con la ciudadanía, con mis partidos, por este trago amargo y me disculpo también de corazón con Eduardo, con Faustino y con Marco. Si ellos consideran que les hice un daño, les ofrezco una disculpa, sin reconocer, insisto que haya hecho ningún daño a los compañeros”, señaló Sandra Cuevas el 24 de marzo cuando llegó a un acuerdo.
Ante esto, los dos mandos policiales víctimas de agresiones rechazaron la disculpa pública ofrecida e interpusieron un recurso de revocación para que el reconocimiento de la culpabilidad cumpla con lineamientos adecuados o, de lo contrario, continuarán el proceso y medidas cautelares como la suspensión del cargo al frente de la demarcación de Cuauhtémoc.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que el próximo 29 de marzo se explicará a las partes que la disculpa pública no se dio en términos establecidos, pues el mensaje ante la prensa a las afueras del Reclusorio Norte del pasado 24 de marzo no se acerca a la aceptación de responsabilidades claras.
Para los mandos policiales agraviados, las declaraciones hechas por la alcaldesa a los medios de comunicación al exterior del Reclusorio Norte, no se acercan a una disculpa pública, dado que solo se refirió a ellos sin su nombre, ni su adscripción, lo que daría cuenta de la hostilidad que mantiene la servidora pública hacia sus personas.
De ahí que habrá otra audiencia la próxima semana para que representantes legales o los mismos implicados sean informados de los protocolos sobre este tipo de actos, según estipulaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Ssegún el análisis de la fiscalía capitalina, el reconocimiento formal de la culpa va de la mano con una reparación simbólica, pues debe entenderse como algo solemne por violaciones a sus derechos humanos, con lo que la alcaldesa causó un daño grave e irreparable.
Ello reflejaría que se aceptan los delitos en el pasado, se describe lo aprendido y todo lo que debe hacer para evitar esos acontecimientos, además de garantizar el derecho de no repetición. Sin embargo, todo ello no se cumplió en este caso contra dos agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, según el recurso interpuesto ante el juez.
Además, la disculpa pública debe ser eficaz, y para ello, debe de ser inequívoca, es decir: que no queden dudas de la disculpa ni que con las palabras o lenguaje que se utilice se diluya el alcance de la misma o se desvíe la culpabilidad.
Toda disculpa pública, para ser inequívoca, requiere necesariamente de un reconocimiento explícito de responsabilidad y de las injusticias cometidas específicamente.
Si Sandra Cuevas no reconoce su culpa con esos estándares, es posible que se revoque la suspensión condicional y, con ello, subsistan medidas cautelares como la separación temporal de sus funciones en la alcaldía Cuauhtémoc, advirtió la FGJCDMX.
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