OPINIÓN

 

Por Carlos Díaz de León Valdez

Pensar en los adultos mayores es pensar en el futuro.

Reconocimiento al líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito” por haber restituido la Secretaría de Atención a los Adultos Mayores encargada a Lucía Ramírez.

Por experiencia y conocimiento, la sabiduría de los adultos mayores (AM) aporta mucho al desarrollo nacional, y le agregamos su gran ayuda a la familia y a la comunidad. Muy pronto la gente mayor dejará la estafeta a la siguiente generación por un entreveramiento de prudencia y audacia, para que el sabio consejo se acompañe por la intrepidez, y concluya con la generosidad del AM al tenderle la mano a los que los sustituyan: “Sí el joven supiera y sí el viejo pudiera”. Los grandes aprovechan cada instante con disciplina y responsabilidad, y sin escatimarles esfuerzo alguno, debemos motivarlos porque su horizonte de plenitud se ha prolongado al mejorar su calidad de vida, y por su contribución, merecen por justicia: una vida digna hasta el final.

Nuestra población mayor de 60 años ronda los 20 millones (20% del Padrón Electoral) y definen elecciones. Mientras en el joven predomina el idealismo y el deber ser de la política; el AM prioriza las causas. Vale lo mismo un voto joven que uno viejo, pero la gran diferencia es el peso de la influencia del longevo en la sociedad. La edad es directamente proporcional a la ciudadanización. En democracia los votos cuentan y no pesan, y podría ser un error drenar menos recursos y tiempo en promover a los AM, porque los jóvenes tienen muchas dudas al votar, mientras que los mayores son leales y fieles al tiempo vivido, y se conducen con el realismo del ser de la política. El voto cuenta y no pesa, pero el mayor influye por su liderazgo.

“No somos iguales ni en la vida ni en la muerte”: Hay que tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales, por eso, a los mayores hay que darles un rol social para integrarlos e incentivarlos, y valorar sus hechos para reconocer lo que tienen y aportan para el avance del país; es muy valioso lo que generan para la sociedad y su experiencia es necesaria para resolver problemas. El envejecimiento es resultado de un estilo de vida y el longevo por su esfuerzo merece respeto y reconocimiento.

La expectativa de vida podría llegar a los 85 años, y diseñaremos nuevas políticas gerontológicas y geriátricas. Hoy, hasta los 45 años te contratan y a los 60 te excluyen. El pensionado dispone de mayor tiempo para su creatividad productiva, y con la medicina al ampliar su vida es incorrecto ubicarlo en grupos vulnerables porque envejecimiento no es sinónimo de vejez-enfermedad, y para contrarrestar su deterioro físico debe hacer ejercicio porque “las fuerzas no nacen, se hacen”.

Acumular para cubrir los gastos de la vejez, y prevenir porque al final de la vida baja la productividad, y es para solventar necesidades futuras. Prolongar la esperanza de vida nos conducirá a reemplazar la “guerra de clases por la guerra de edades”, pues el joven será viejo. Dividir en décadas el promedio de edad: son diferentes los 60’s, 70’s, 80’s y 90’s; y en los 60’s son más productivos y participativos, después las capacidades físicas merman, pero la potencia intelectual está a tope. En México, a los 60 años un 25% con pensión y un 75% no, el reto es buscar mejores opciones de vida para la vejez.

“La fuente o el elixir de la juventud”: Los “Baby boomers” nacen entre 1945 y 1960, somos cerca de 20 millones de mexicanos, es un tsunami malthusiano que requiere profesionales en gerontología y geriatría. La explosión poblacional en los 50’s, 60’s y 70’s del siglo XX obligó a diseñar nuevas políticas demográficas para detener ese megacrecimiento. El INSEN hoy INAPAM desde 1979, promueve la política social del envejecimiento para ampliar el dominio del tiempo, vivir con dignidad y valerse por sí mismo, aceptando que “con el tiempo no se puede”, pues implacable acaba con todo y nada es eterno, nos lo recuerda Renato con su “sabia virtud de conocer el tiempo”. Hay que disfrutar y explotar con racionalidad el presente, el aquí y el ahora, para dominar el tiempo y aprovecharlo para nuestro beneficio.

“Sí no tienes lo que amas, ama lo que tienes”: Todos aspiramos a mejores condiciones y niveles de vida con trabajo productivo y remunerativo. La ocupación te hace útil, lo que no se usa se deteriora o atrofia. La ocupación para el envejecimiento es indispensable para la independencia económica. El trabajo dignifica a los grandes, al reconocerle experiencia y entrega le brindamos seguridad y protección social para homenajearlos. La esperanza de los AM implica aprovechar responsabilidades y oportunidades para ser más útil que importante.

La vejez es como una cuenta bancaria: retiras al final, lo que has depositado en tu vida. Reconociendo a la salud como el principal factor para un envejecimiento de felicidad por vejez plena con calidad de vida; y asimismo la actividad y el trabajo son parte esencial para la felicidad. La motivación para resistir y crecer internamente desarrolla una mentalidad para superar ataques y adversidades, que hasta el insomnio aprovechemos para fortalecer espíritu y carácter; y el AM sepa: quién es, cómo es y a dónde va, para participar en el devenir de la vida agregándole vida a los años, y aceptando con alegría a la esperable vejez.

​Todos deseamos llegar a viejos y cuando llegamos negamos que lo hayamos logrado. El progreso del envejecimiento es un índice de desarrollo social y humano resultado de instituciones públicas (SSA, IMSS, ISSSTE, DIF, INAPAM y SEDESOL). Los AM que están en retirada, cultivan su propio estilo y no se detienen en el tiempo, destacando la participación de la mujer productiva. La autonomía como aspiración de autosuficiencia, significa “valerse por sí mismo” negociando lo que aporta por lo que recibe. Acumulamos patrimonio para la vejez, y sí llegamos en buenas condiciones, hay que cuidarlo. En el envejecimiento se debe aprender a: conocer, hacer, vivir juntos y ser, porque se tiene un “rol sin rol”. Hay que  evitar el sedentarismo, hacer ejercicio y comer sano; y prevenir porque en la edad avanzada se sufren los efectos del tiempo.

La gente mayor valora el pasado, vive el presente y proyecta el futuro. Envejecer significa enaltecer el pasado y el futuro, sin menospreciar el presente. Tener actitud para realizar un esfuerzo de sobrevivencia con vejez digna por respeto hacia sí mismo y a los demás. Reconocer a la edad como signo de admiración y respeto, envejecer con dignidad es valorar lo que se pudo hacer, y no lo que se debió hacer. Sin tener miedo a envejecer, la vida es para vivirla: ama la vida, vívela con plenitud, cada etapa tiene su encanto, no hay que ver al tiempo como enemigo, hazlo tu aliado, vive tu vida, no la desperdicies y date cuenta que envejecer es un privilegio. Envejecer con estilo, porque el dueño de un estilo tiene una dinámica de pensar que implica un orden del pensamiento. Estilo es forma y fondo para construir una personalidad producto del temperamento y el carácter.

Las actividades intelectuales fortalecen la autonomía de los grandes, y es cualidad protectora de una vejez plena. Su legado son los valores que fomentan un sentimiento de gratitud y lealtad a quienes nos antecedieron que nos permite reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás. Los mayores tienen legados que hacen de la vejez, una tarea solidaria para edificar una senda de autosuperación personal hasta lograr ciudadanos visibles con rol y estrategias de autoestima para combatir la idea falsa de que la vejez es una etapa inactiva e improductiva.

El trabajo voluntario del AM es un modo muy valioso de envejecimiento activo para adaptarse a las inclemencias del tiempo actuando con entusiasmo y compromiso, porque acepta su edad como un logro de vida. Alcancemos una vida en movimiento para tener la capacidad de adaptación a las diferentes edades y aprovecharlas para encontrarle atractivo, y para que el tiempo ganado se alargue al máximo posible, y su destino sea una conquista. La independencia económica de los mayores es la capacidad para elegir y actuar con libertad y es la más importante porque es resultado del ahorro y la inversión para una pensión y retiro dignos.

Mientras el envejecimiento es un proceso y la vejez es una circunstancia irreversible o un estado sin futuro, el envejecer se prolonga de los 60 a los 85 años por la forma y calidad de vida. La diferencia es ocupación con trabajo productivo y remunerativo, por ser útiles, para sí mismo y los demás. Los AM participan en un “rol sin rol”, deben recibir tanto como dan, “el uno por uno” y le devuelvan una respuesta similar a su esfuerzo, pues la vejez es como una cuenta bancaria, sacas lo que has ahorrado: “No es lo mismo, valor que precio”. Compensar significa retribuir para disfrutar la vida en plenitud y reconocer a la longevidad como un logro por la forma de vivir. Guardar para la vejez porque todo esfuerzo debe recibir una recompensa, pues ha llegado la hora de usar el dinero que ahorró en su vida, y usarlo para usted.

“Como te ven te tratan”: Hay que mostrar una muy buena imagen, y todavía mejor por el paso de los años, hay que estar guapo; todos los días vivirlo al máximo como el último; ser clásico y  no moderno, y de “la moda lo que te acomoda”, pues la mejor edad es la que tienes, y entre más grande más limpio por el deterioro natural del envejecimiento, no hay peor expresión “viejo cochino” para que el cuidado personal sea distintivo de plenitud física y espiritual, para llevar la edad con la máxima gallardía y valorar a la imagen del envejecimiento como lo mejor que le ha sucedido. “Hay que exhibir la imagen de guapo”: La longevidad humana constituye uno de los mayores cambios y desafíos de nuestro tiempo para que los AM lleven una vida digna, y no dejar que nadie y mucho menos ellos que han dado todo se queden rezagados o marginados. “Compréndelo ya está viejo” desprecia todo su recorrido en el tiempo porque funciona lo bueno sea joven, maduro o viejo, ya que los años bien vividos nos hacen más completos, más chingones y más jóvenes (Jesús Reyes Heroles: “Para ser un auténtico joven se necesitan muchos años”). El AM que se compromete a autocincelarse una personalidad sustentada en cuidado personal, compromiso educativo y cultural, entrega y responsabilidad con uno mismo y los demás, ser un devorador de la mejor literatura y pugnar por ser un ciudadano con derechos políticos plenos para tener las herramientas cívicas de saber elegir a sus representantes, y no dejarse sorprender por políticos populistas que destruyen todo lo que tocan.

“No me vayan a regalar una prenda de viejitos”. Significa no sentirse viejos ni por actitud ni aptitudes, hay que acudir al gerontólogo y al geriatra, recordando a Serrat “Hay que vivir para vivir, porque sólo vale la pena vivir para vivir” y remataba “Hoy puede ser un gran día”, para agregarle vida a los años y no años a la vida. “Predicar con el ejemplo” o “el buen juez por sus casa empieza”: es actuar con responsabilidad y compromiso, y los hijos como agradecimiento y sentido moral podrían se responsables de la manutención y cuidado de sus padres. El trabajo femenil ha provocado que los abuelos cuiden a sus nietos; y hoy vuelven al rol de padres al cuidarlos, mientras las madres están ocupadas. Los nietos pasan al cuidado de los abuelos atendiéndolos como segundos hijos. Hoy ser cuidador de sí mismo y como cuidador de nietos sustituye a las guarderías infantiles, y ese trabajo sea un oficio remunerado, porque el cuidado de los cuidadores requiere de una atención especial.

El PRI como siempre en la búsqueda de la adaptabilidad, su líder Alejandro Moreno “Alito” sensible al pulso de los AM, hace suyas las problemáticas que los aquejan y Lucía Ramírez trabaja algunos proyectos que beneficiarán a la gente grande, veamos: 1) Iniciativa para crear la Procuraduría de la Defensa del Adulto Mayor, 2) Iniciativa para que el pago de las pensiones sea en Salarios Mínimos y no en UMA’s; 3) Asegurarles a los AM su abasto de medicinas, 4) Crear un Organismo de los AM similar a la ONMPRI y a la Red Jóvenes x México, y 5) Asegurar los Programas Sociales del Gobierno Federal, y en específico “65 y más” agregándole medicinas y atenciones auditivas, odontológicas y oftalmológicas y con ello, el PRI rebasa por la izquierda a la Cuarta Transformación.

*1982/Austria, Primer Plan Internacional sobre Adultos Mayores; 1991/1,Oct/ONU/Día Internacional del Anciano o del Adulto Mayor; 1998/28,Agosto/México/Día del Anciano o del Adulto Mayor.

David Polanco

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