Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
No sólo en el entorno de Claudia Sheinbaum ven a la senadora Xóchitl Gálvez como su candidata en la oposición para la Jefatura de Gobierno en 2024. También destacados liderazgos del PAN en la CDMX hacen ese juicio, pues cuando se les pregunta no dudan en responder de manera contundente que sí, que es la corcholata de la jefa de Gobierno para la oposición.
El tema enfuerce a la senadora Xóchitl Gálvez, quien se deslinda de cualquier acercamiento, acuerdo o consentimiento de ser la corcholata de la jefa de Gobierno y Morena. Eso de lo que los gobernantes tengan su candidato en la oposición es lo más común del mundo. El primer objetivo es asegurar que le pueda levantar el brazo a quien resulte su candidato, y en el peor escenario que si tiene que haber alternancia –altamente probable en la CDMX en 2024–, ésta sea con alguien que le garantice que le va a cuidar las espaldas. Es lo mismo que está intentando el presidente Andrés Manuel López Obrador al impulsar al gobernador Mauricio Vila como su corcholata presidencial en el PAN, y al de Jalisco, Enrique Alfaro, por Movimiento Ciudadano.
Entre los argumentos de líderes panistas de que Xóchitl es la corcholata de Sheinbaum destaca que no ha sido solidaria en lo que consideran una persecución política de las autoridades capitalinas contra el grupo que controla al PAN en la CDMX, que encabeza el diputado federal Jorge Romero. Además de que en público no los ha respaldado, en privado habla mal de ellos.
En todo este contexto se ubica también la historia de coqueteos que tuvo con Sheinbaum en 2017 y 2018, cuando ambas eran jefas delegacionales, una en Miguel Hidalgo y la otra en Tlalpan, pues incluso armaron un bloque para enfrentar a panistas y perredistas en la Asamblea Legislativa, en una supuesta estrategia para conseguir más recursos presupuestarios. Eso no lo han olvidado.
Cuando a Xóchitl le recriminaron que andaba haciendo esos pactos con Sheinbaum y Morena, les respondió, entre otras cosas, que ella no era militante del PAN. En efecto, sigue sin militar en este partido.
Y es que, si de plano Morena ya no la levanta en la CDMX, para Sheinbaum sí sería un escenario permitir el triunfo de Xóchitl, pero no del alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada o la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, a quienes no va a dejar de perseguir con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.
Pero los panistas tienen algo muy claro: en el peor escenario prefieren perder la elección con Santiago Taboada o con Lía Limón –que originalmente no es del grupo de Romero pero va a todas con ellos–, que darle la candidatura a Xóchitl, pues creen que sería perder el gobierno y perder el partido.
Y es que, Xóchitl tampoco es que les garantice el triunfo. En los análisis que tienen los panistas, es la más conocida de quienes aspiran en el bloque opositor, pero no tiene estructura. Por ejemplo, va a los mercados, a las calles y se toma la foto con la gente que la ubica, pero no vuelve, no genera un acercamiento, una atención real de las necesidades de la gente. Por eso en 2018 perdió Miguel Hidalgo, el hecho más contundente de desaprobación de su gestión.
Así, todo apunta que el candidato opositor en la CDMX para 2024 será Santiago Taboada o Lía Limón, en ese orden de posibilidades, y contará con el pleno respaldo del PRI, de Alejandro Moreno, y Jesús Zambrano, del PRD. A Xóchitl, en el mejor escenario, la ven repitiendo en el Senado. Lo veremos.
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