Análisis a Fondo

Francisco Gómez Maza

·        En EU, los mexicanos no la están pasando bien, como le dijeron

·        Quienes tienen mano son los blanquitos; el resto que se aguante

Quienes afirman que es mucho más fácil para los mexicanos vacunarse contra la covid-19 en Estados Unidos no saben lo que dicen. Hablan por aquello de que la lengua no tiene hueso; repiten un sketch de inventores de informaciones falsas.

Y si fuera cierta su afirmación, lo más congruente sería que se fueran a Miami Beach, o a Calexico, de perdida, para intentar ser vacunados. Y si los mexicanos y latinos en general que viven y trabajan en Estados Unidos tienen enormes dificultades para ser vacunados, imagine alguien que llega del exterior, a no ser que pague en el mercado libre una vacuna.

Claro. Les saldría más reparador, más divertido, y más barato, un viajecito a La Habana, pues los cubanos están prometiendo vacunar gratis, con la vacuna Soberana, a todo turista que se pare en la isla. (Excelente estrategia para juntar divisas por turismo. Y vaya que los cubanos y las cubanas tienen mucho que mostrar al extranjero, que nunca ha pisado tierras, playas y aguas caribeñas).

Si, contra lo que creen y esperan, les hicieron fuchi en cualquier puesto de vacunación de Estados Unidos, quedarán protegidos del maligno nuevo coronavirus y de sus nuevas cepas, si turistean en Cuba y, de paso, se dan una reventadita en Varadero, saboreando un mojito y disfrutando del sol, del mar y la playa de ese paraíso del Caribe. Es un viajecito corto. Muy cerca de Mérida.

Y digo esto porque acabo de leer un despacho de la agencia de noticias Prensa Asociada, estadounidense, que cuenta que los extranjeros, particularmente los latinos que viven en Estados Unidos, ciudadanos estadounidenses, inclusive veteranos de guerra, ciudadanos de a de veras, no la están pasando nada bien en sus intentos por ser vacunados contra la pandemia.

Desde ancianos cubano-estadounidenses, en la Florida, hasta campesinos de California, los latinos enfrentan fuertes obstáculos para recibir las vacunas, creando riesgos para la salud pública, a medida que el virus cambia y se propaga.

Al igual que otros que no son de la raza blanca, los más de 60 millones de latinos, que viven en Estados Unidos, han resultado desproporcionalmente impactados por el coronavirus y, para ser vacunados, enfrentan barreras que incluyen la falta de conocimiento sobre la inmunización, sitios de Internet de los gobiernos estatales sin instrucciones en español, dificultades para encontrar turnos en sus comunidades, y temores de ser detenidos por la policía de inmigración. Los estados, ciudades y condados están bregando para garantizar que las personas de color, las que viven en pobreza y otras comunidades de escasos recursos sean vacunadas, incluyendo específicamente a zonas vulnerables y trabajando con grupos comunitarios para que registre a estas personas.

En Arizona, donde el idioma es una barrera para algunos latinos y el inglés la única opción para registrarse en los sitios de Internet del estado, un investigador de Arizona State University trabaja, en una campaña en español en línea, con el objetivo de esclarecer la información sobre la vacuna.

Los latinos, al igual que otros grupos, también están frustrados porque las vacunas no alcanzan.

Con una tendencia de enfermedades, que incluyen diabetes, obesidad e hipertensión, los latinos representan uno de los grupos de mayor riesgo de contraer el covid-19 y morir por sus complicaciones en Estados Unidos. Y no sólo es un problema para ellos, sino también para la salud del resto de la población.

 

Así que ya sabe usted lo que le esperaría de decidirse a viajar a cualquier punto del país vecino. Mejor viaje a Cuba la bella. O aguántese a que le toque su turno en la ciudad mexicana donde vive.

David Polanco

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