el encargado de despacho de la Fiscalía CDMX, Ulises Lara, bailó de ‘cachetito’ con la ministra en retiro, senadora de Morena y diputada federal electa, Olga Sánchez Cordero, lo que rompió todo protocolo en una sesión solemne del Congreso de la Ciudad de México. FOTO: Especial
el encargado de despacho de la Fiscalía CDMX, Ulises Lara, bailó de ‘cachetito’ con la ministra en retiro, senadora de Morena y diputada federal electa, Olga Sánchez Cordero, lo que rompió todo protocolo en una sesión solemne del Congreso de la Ciudad de México. FOTO: Especial

Glorieta de Colón


Este miércoles, la solemnidad se perdió por unos instantes en el Salón de Plenos del Congreso de la Ciudad de México, cuando se convirtió por unos instantes en una pista de baile: en el contexto de una sesión solemne, el encargado de despacho de la Fiscalía CDMX, Ulises Lara, bailó de ‘cachetito’ con la ministra en retiro, senadora y diputada federal electa por Morena, Olga Sánchez Cordero.

Todo, al ritmo de las notas de la agrupación artística de la Secretaría Seguridad Ciudadana. Ese bailecito dejó a medio mundo con el ojo cuadrado, porque fue totalmente anticlimático, pues se trataba de una sesión solemne y los funcionarios se salieron del protocolo, desentonaron.

Ojalá que Sánchez Cordero no pierda la solemnidad el día que le toque colocarle la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, si es que finalmente la designan presidenta del Congreso de la Unión, a partir del 1 de septiembre.

 

Tabe se deslinda

Otra vez, el verdadero cartel inmobiliario apunta a Morena. Es el caso de la Alcaldía Miguel Hidalgo, donde los diputados de ese partido aprobaron cambios al uso de suelo sin considerar el impacto negativo que padecerán las y los vecinos con construcciones de más niveles y más densidad, en específico de los predios Schiller 529 y Tres Picos 11, en Polanco. Esto, a pesar de la opinión en contra del alcalde panista, Mauricio Tabe, quien dejó en clara su oposición a la decisión legislativa.

 

Aumenta vida útil

Para algunos será buena noticia, para otros no tanto, pero el hecho es que podrá sólo aplicarse, de manera obligatoria, para los jueces y magistrados que sean designados a partir de la entrada en vigor de la reforma que incrementa de 70 a 75 años la edad de retiro de éstos.

Lo positivo de esta reforma es que reconoce el aumento en la vida útil de las personas, y que se debe aprovechar su experiencia, además de que de paso le va a ahorrar una lana al erario, porque los juzgadores deberán trabajar cinco años más antes de pensionarse.

 

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David Polanco

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