Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
De las siete alcaldías que gobierna Morena en la Ciudad de México, por todo el apoyo que han tenido del Gobierno de la Ciudad de México, del Congreso e incluso de la Federación durante más de 5 años, no deberían tener problema alguno para retenerlas.
Sin embargo, la realidad es otra. Los conflictos internos en la disputa por las candidaturas los han debilitado, en especial las heridas que no han sanado, especialmente por la golpiza mediática que le dieron a Omar García Harfuch los duros del partido para ablandarlo y después bajarlo de la candidatura.
Por eso Morena corre enorme riesgo de perder en al menos tres alcaldías: Iztacalco, Xochimilco y Gustavo A. Madero (GAM), esta última la segunda más poblada de la capital.
En las otras cuatro Alcaldías que gobierna Morena, prácticamente puede decirse que las tienen seguras: Iztapalapa, el gran bastión de ese movimiento en la capital del país, donde a pesar de que Brugada no quiere a la candidata Aleida Alavez, sin duda la van a retener. Una encuesta del 31 de enero, de Massive Caller, indica que la alianza Morena, PT y PVEM suma 49.8% de las preferencias en esa demarcación, contra el 25% de la coalición Va X la Ciudad de México (PAN, PRI y PRD).
Más o menos es la misma ventaja que tiene en Tláhuac Berenice Hernández Calderón, quien va por la reelección. Suma 44.5% de la intención de voto, contra 24.2% de Alejandro Durán, posible candidato de Va X la CDMX.
En Iztacalco, hay tres factores que pueden llevar a la derrota a Morena. El primero: Armando Quintero es el alcalde peor calificado en la capital. El segundo: ahora sí van unidos PAN, PRI y PRD, lo que no ocurrió en 2021, pues habría perdido Quintero. Y el tercero y más importante: la enorme división. Claudia Sheinbaum les quiere imponer a Lourdes Paz como candidata, aunque los más competitivos en esa demarcación sean la diputada local Elizabeth Mateos, y el ex legislador con amplia presencia territorial en la región, Pablo Trejo. Quintero insiste en imponer a su cuñado Francisco Javier Sánchez, aunque la instrucción desde Palacio Nacional es que nada de heredarse el poder en familia.
Precisamente ese es el tema que tiene trabada la designación en la GAM, donde el alcalde Francisco Chíguil busca que su esposa Beatriz Rojas sea la candidata. Ha dado señales de que podría ceder y optar por su candidato B, Rubén Linares, su director de Desarrollo Social. Sin embargo, Martí Batres lo ha presionado para quedarse con ese territorio, vía el senador César Cravioto, quien anda muy contentito contando entre los legisladores de Morena que él será el candidato. La negociación que ha puesto Batres sobre la mesa es que, como en el caso de Brugada en Iztapalapa, Chíguil suelte su territorio de la GAM, a cambio de ser el coordinador de Morena en el Congreso de la CDMX.
Aunque por hoy pareciera arroz cocido el caso de Venustiano Carranza, donde Evelyn Parra va por la reelección, debería arreglar los conflictos con los grupos corporativos de la demarcación, muy enojados porque les han incrementado de manera excesiva el moche. La opositora Rocío Barrera podría darles un susto.
A Morena todavía le falta decidir qué hará en Cuajimalpa, donde quienquiera que sea el candidato que ponga el alcalde Adrián Rubalcava va a dividir al partido en esa demarcación y muy probablemente ganará la coalición Va X la Ciudad de México, todo apunta que con Carlos Orvañanos, quien aventaja en las encuestas. Lo veremos.
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