Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En la última semana, versiones políticas derivaron en publicaciones en medios de comunicación que apuntaban que Ricardo Monreal declinaría sus aspiraciones presidenciales en favor de otra de las corcholatas: que por Adán López, que por Marcelo Ebrard, que por Claudia Sheinbaum.
Monreal dice que tiene claro de dónde salieron esas versiones, aunque no ofrece detalles. Gente de su equipo cercano ubica esos rumores en actores políticos de Morena en la Ciudad de México, porque quisieran desbarrancar las posibilidades del senador con licencia para convertirse en el abanderado de este partido a la Jefatura de Gobierno en 2024.
Para atajar cualquier versión que considera mal intencionada, Monreal es enfático cuando dice que seguirá. “No voy a defraudarlos, ni me voy a dejar y menos me voy a rajar. Voy a llegar hasta el 6 de septiembre (fecha en que se anunciará el resultado de la encuesta entre las corcholatas), porque luego la guerra sucia y las conjeturas filtradas a los medios de comunicación falsas dicen y han dicho primero que iba a declinar por Marcelo, luego que por Adán y ahora hasta por la doctora Claudia… Es falso. Soy el de menos recursos, pero algo está pasando. Les está preocupando mi presencia y todos quieren que Monreal esté en su equipo. Pero Monreal se va a mantener hasta el final, por respeto a esta lucha, por dignidad, por la democracia. ¡Vamos a sostenernos!”
Político hábil y claridoso, Monreal jamás culpa a los medios de comunicación de esos rumores, pues sin duda sabe que el origen se ubica en sus compañeros de Morena. También han circulado encuestas –de esas que pronostican un triunfo arrollador de Sheinbaum– que ubican a Monreal hasta con menos del 3 por ciento y casi en el último lugar, lo que también considera es parte de la campaña negra en su contra. “Si la encuesta se realiza correctamente, sin dados cargados, vamos a dar la sorpresa”, vislumbra.
Los estudios de opinión pública que tienen en el cuarto de guerra de Monreal son distintos, según comentan sus allegados, pues ronda el 10% de simpatías. Con ello, el zacatecano tendría todas las condiciones políticas para competir con fuerza por la Ciudad de México, candidatura que desde hace meses –cuentan los monrealistas– le prometió el presidente López Obrador. En sus mismos sondeos, me dicen, Monreal prácticamente es puntero entre los aspirantes de Morena a la CDMX.
El problema para Monreal quizá vendría al convertirse en candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, porque el partido continúa perdiendo fuerza ante un lento pero consistente avance de la oposición, que desde 2021 ha ido ganando terreno no sólo por encabezar 9 de 16 alcaldías, sino también porque las clases medias, en su mayoría, consideran que no hay resultados favorables del gobierno y el presidente ha ofendido a este sector de la población.
Hay otras complejidades para el futuro político de Monreal si sus preferencias en la encuesta rondaran el 5%. Sin embargo, si como dice que no le importan los cargos y estará donde sea útil para contribuir al movimiento de López Obrador del que forma parte desde hace 25 años, tampoco es descabellado pensar que podría declinar, siempre y cuando se lo pidiera el presidente –con mayor razón si fuera parte del paquete de la candidatura a la CDMX–, y bien podría argumentar que la decisión se tomó en aras de la unidad para continuar con el proyecto de transformación de la “4T”. Lo veremos.
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