Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Empezando por su aliado clave de cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador le fallaron sus cuatro propuestas para ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Ninguno se apegó a la austeridad republicana que tanto pretendió en su gobierno. Como sus antecesores, llegaron al máximo tribunal a percibir ingresos estratosféricos, según el propio mandatario, de 700 mil pesos mensuales.
Pero el más ‘desobediente’ quizá resultó ser el ministro Juan Luis González Alcántara, por lo cual ayer se llevó fuertes criticas presidenciales en la mañanera, tras su ‘atrevimiento’ de salir a manifestarse el domingo contra la desaparición de 13 fideicomisos del Poder Judicial Federal (PJF), que extinguió ya la Cámara de Diputados hace unos días y se prevé que esta misma semana ocurra lo propio en el Senado de la República.
“Marchó un ministro (González Alcántara) ¡que gana 700 mil pesos mensuales! Le debería dar vergüenza. Qué sensibilidad puede tener una persona que supuestamente tiene como trabajo la impartición de justicia y gana un sueldo elevadísimo que insulta a la mayoría de los mexicanos. También fue a la marcha José Ramón Cossío Díaz. ¿Saben cuánto recibe él? ¡Pues 480 mil pesos mensuales por su pensión!”, alegó el presidente.
En realidad, esta historia evidencia errores de López Obrador para seleccionar sus propuestas para ministros de la Corte, pues de los cuatro que pudo proponer en su administración dos le fallaron completamente y dos a medias. Quizá López Obrador fue ingenuo en pensar que iban a hacer lo que él quisiera.
AMLO se hizo amigo y aliado de González Alcántara cuando fue jefe de Gobierno y el otro era presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, entre 2000 y 2003. La relación política y de amistad continuó muchos años, a grado tal que en 2018 López Obrador lo contempló para la titularidad de la Fiscalía General de la República, pues González Alcántara fue del equipo que elaboró el “Plan de Procuración de Justicia”. Luego cambió porque en noviembre de 2018 el todavía presidente Enrique Peña le cedió a AMLO que enviara él la propuesta para el relevo de Cossío como ministro de la Corte, y optó por González Alcántara.
Ahora que López Obrador habla de insensibilidad de los ministros de la Corte que se dan la gran vida, evidencia que le fallaron todos los suyos. Margarita Ríos Farjat, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel Mossa también ganan los 700 mil pesos mensuales que dice el presidente. Ni un centavo se bajaron el sueldo y ni siquiera buscaron intentarlo. González Alcántara y Ríos Farjat son los más desobedientes (o traicioneros), pues han votado contra los designios presidenciales; Loretta y Esquivel ganan 700 mil, pero votan prácticamente a ojos cerrados lo que les pide AMLO.
Cuando López Obrador critica que el ministro en retiro Cossío percibe 480 mil pesos, también salpica, y fuerte, a quien fue su primera secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, porque además de que recibe lo mismo, cobró y sigue cobrando doble, ahora como senadora de la república.
En realidad, López Obrador está molesto porque no ha podido doblegar al Poder Judicial desde la salida de Arturo Zaldívar como presidente de la Corte (él traicionó a Felipe Calderón), porque ni a los ministros que él puso puede controlar. Por eso su “Plan C”, que es ganar en 2024 dos terceras partes del Congreso para disolver la SCJN y poner una totalmente subordinada al Ejecutivo y en una de esas al ‘maximato’. No está nada fácil. Lo veremos.
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