Esther Mejía, candidata a la Alcaldía Álvaro Obregón por Movimiento Ciudadano, quien “declinó” este lunes a favor de Javier López Casarín, de Morena, anduvo vendiendo al mejor postor su respaldo político, rayando en el chantaje. FOTO: Especial
Esther Mejía, candidata a la Alcaldía Álvaro Obregón por Movimiento Ciudadano, quien “declinó” este lunes a favor de Javier López Casarín, de Morena, anduvo vendiendo al mejor postor su respaldo político, rayando en el chantaje. FOTO: Especial

Glorieta de Colón


Esther Mejía, candidata a la Alcaldía Álvaro Obregón por Movimiento Ciudadano, quien “declinó” este lunes a favor de Javier López Casarín, de Morena, anduvo vendiendo al mejor postor su respaldo político, rayando en el chantaje.

En chats de What’sapp en poder de CDMX Magacín se puede leer que ofreció parar una marcha contra Lía Limón, candidata de la oposición, a cambio que le dieran algo en el gabinete de Santiago Taboada, como si ella supiera que va a ganar.

“Yo le opero (a Lía) todo lo que yo hice y le quito todo a Morena, pero hay que platicar. Pero ya. La marcha es el martes”, dice Mejía. El interlocutor le pregunta: “¿Qué te gustaría negociar?”, y ella le responde: “Espacios y Prosoc (Procuraduría Social).

Ya lo había platicado con el Güero”, en referencia a Taboada, porque así le dicen muchos. Al final, anunció su apoyo a Claudia Sheinbaum y Clara Brugada.

 

¿Privatizar deportivo ‘Hermanos Galeana”?

Ahora que el candidato de Morena a la Alcaldía Gustavo A. Madero, Janecarlo Lozano propuso crear un “centro de centro de convenciones y eventos culturales” en el deportivo “Hermanos Galeana”, hay riesgo de que vayan a privatizar ese gran espacio recreativo.

Dirán que no, pero desde López Obrador jefe de Gobierno hasta ahora con Martí Batres, jamás movieron un dedo para recuperar tantos espacios públicos privatizados vía concesiones, que incluso ellos han prolongado, de manera notable en La Magdalena Mixhuca.

 

Del plato a la boca…

Nos cuentan que el ex jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, afirma que va a ser secretario de Gobernación, y no de Seguridad. Es decir, quiere controlar dos en una, pues pretendería que Gobernación volviera a crear la Subsecretaría de Seguridad.

Lo difícil es pensar que un policía pueda conducir la política interna del país. Así se reparten cargos en un eventual gabinete de Sheinbaum. Lo cierto es que del plato a la boca se cae la sopa, y si no que le pregunten a Francisco Labastida qué pasó en el 2000.

David Polanco

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