CIUDAD DE MÉXICO, 08 de junio, (GUILLERMO JUÁREZ/CDMX MAGACÍN).-De acuerdo a un estudio especializado en ingeniería hecho por el Bufete Colinas de Buena, la sobrecarga a la que fue sometida en 2015 la estructura de la Línea 12 del Metro, a la altura de la estación Olivos, como parte del programa de mantenimiento, provocó una deformación que rebasó los límites del material con que se fabricaron las trabes, las cuales únicamente sirvieron de cimbra.
que se fabricaron las trabes, las cuales únicamente sirvieron de cimbra.
La información revelada por EL UNIVERSAL, expone que: “Después del sismo del 19 de septiembre de 2017 se presentaron una serie de daños a este sistema estructural [del Metro]”.
A su vez, el abogado Alejandro Romano, defensor de Enrique Horcasitas, quien fue el director del proyecto de construcción de la L-12, detalló que gran parte de la responsabilidad recae en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, quien es la dijo, que se encarga de la operación y que es responsable del periodo de 2013 hasta la fecha del accidente o sea el 3 de mayo del 2020.
En el estudio, se menciona que luego del sismo del 2017 la trabe registró una ondulación de 42 centímetros que era evidente a simple vista. En el mantenimiento, explica Romano, “en el primer año se debía revisar la línea cuatro veces al año, luego dos y al final una verificación anual del estado; sin embargo, cuando hubiese un sismo superior a 6.5 grados, el mantenimiento debía ser mucho mayor”, subrayan.
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