Glorieta de Colón
En su mañanerita, en que los paleros pertenecen a los llamados “medios tradicionales”, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum eludió el tema de su contralor, Juan José Serrano, de quien se divulgaron fotografías el domingo posando frente al estadio de Arizona, donde se celebró el Super Bowl de la NFL. Sheinbaum decidió tomar en su conferencia las preguntas de reporteros con quienes ya se había acordado previamente que no tocarían el tema. El contralor gana 109 mil pesos mensuales brutos, para un neto de unos 81 mil pesos. El boleto de entrada más económico, en la zona superior del estadio y en esquina, costaba 120 mil pesos, más avión, hospedaje, alimentos, obsequios. Algo así como dos meses de su salario. ¿Quién pompó?, diría el clásico de Palacio. Pues resulta que, según Serrano, un primo que vive en San Diego le regaló el viajecito como celebración de sus 50 años. Lo cierto es que Serrano no se le puede creer nada, porque ya traicionó una vez a las familias de las víctimas del Colegio Rébsamen, de quien fue su “abogado” en 2017 y desvió las acusaciones contra Mónica Villegas, dueña de la escuela, en vez de ir contra Claudia Sheinbaum, entonces delegada de Tlalpan. Serrano abandonó a los deudos para aceptar la invitación de Sheinbaum a ser su contralor.
Ni en Morena lo quieren
Nos cuentan que el ex presidente de Morena en la Ciudad de México, Tomás Pliego, es rechazado por sus propios compañeros de partido, como el caso de los diputados locales, quienes lo califican de “arrogante”, “désbpota”, y fanfarronear con que es el “vocero” de la jefa de Gobierno. Al menos en ese tono fue la conversación que hubo hace unos días en una reunión plenaria de Morena, en la que su coordinadora, Martha Ávila, y la vicecoordinadora Guadalupe Morales se quejaron de Pliego, de quien recordaron que fue despedido de la dirigencia del partido ante el fracaso electoral de 2021.
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