Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La información que nutrió los señalamientos más duros de Santiago Taboada en contra de Clara Brugada el domingo pasado en el debate por la Jefatura de Gobierno de la CDMX no provino de una labor de espionaje de la oposición a la ex alcaldesa de Iztapalapa; tampoco fue de alguna buena indagatoria de legisladores del PAN, PRI o PRD, y menos de alguna indagatoria oficial, porque Ernestina Godoy sólo persigue adversarios.
Sin embargo, toda esa información sí surgió de la “4T”, de los adversarios de Brugada en Morena que tuvieron acceso a expedientes privilegiados en el Gobierno de la Ciudad de México. La evidencia de ello es que ya se había publicado en medios de comunicación o en redes sociales desde hace unos seis meses, en el contexto de la contienda interna de Morena por la candidatura, en la que su adversario fue Omar García Harfuch, ex secretario de Seguridad Ciudadana.
El señalamiento que más duro le pegó a Brugada, la historia de la casa de 154 metros cuadrados que le costó 339 pesos en 1994 se difundió en un medio que circula en la capital del país el 24 de octubre pasado. Sin embargo, no se publicó el contexto completo de que ese inmueble se lo dieron a Brugada el entonces regente del Departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho Solís, y su secretario de Gobierno, Marcelo Ebrard. Ella entonces era dirigente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), organización ‘viviendera’ que negociaba con Ebrard, hoy parte de la campaña de la propia Brugada.
Diversas fuentes me afirman que uno de los principales operadores de medios para la difusión de información negativa contra Brugada fue el ex delegado de la Miguel Hidalgo, Víctor Romo, hoy candidato a diputado local de Morena, por un distrito en Azcapotzalco y Miguel Hidalgo.
Esta campaña contra Brugada fue un revire luego de que los grupos de “duritos” de Morena, tipo Martí Batres y Jesús Ramírez, le organizaron en contra a Harfuch, a quien le atribuyeron haber formado parte de la fabricación de la “verdad histórica” en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El 23 de octubre pasado, en otro medio de circulación nacional apareció el señalamiento que hizo Taboada contra el encargado de la Alcaldía Iztapalapa, Raúl Basulto Luviano, de que tiene vínculos con empresas que se encargaron de la construcción de las Utopías: “Grupo Keops, Trueno y Fuego Nuevo”. Los contratos casi alcanzan 90 millones de pesos. Lo que quedó claro entonces es que Basulto es el señor del billete. Y este martes se ratificó ello cuando el Congreso de la Ciudad de México lo designó alcalde sustituto. Parece que ello confirma lo señalado por Taboada, de un posible “cartel de las Utopías”.
Aunque no se difundió el año pasado en medios de comunicación, sí fue un tema de fuertes críticas y campaña en redes contra Brugada, ese de que como alcaldesa permitió que las pipas de la Alcaldía le surtieran millones de litros de agua a una enorme empresa fabricante de hielos, a pesar de que afectaba a los vecinos de la demarcación. Las fotos que mostró Taboada circularon en redes sociales en octubre y noviembre, también en el contexto de la interna de Morena.
Esto es la mejor evidencia de que Morena es el principal enemigo de Morena. Y si no, que le pregunten a Brugada y a Harfuch. Y quizá, como diría el clásico de Palacio, lo mejor es lo peor que se va a poner. Lo veremos.
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