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Mensaje Político

 

Alejandro Lelo de Larrea

Los cargos más importantes en el Gabinete que anunció este lunes la jefa de Gobierno electa Clara Brugada en su mayoría no quedaron en manos de mujeres –tres contra dos–y menos de personas allegadas a ella, sino al jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador; de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y del jefe de Gobierno saliente, Martí Batres.

Para empezar con las Secretarías o áreas de “primera división”, los dineros los va a controlar alguien impuesto por López Obrador,y amigo sus tres hijos mayores. Se trata de quien hoy es su subsecretario de Egresos en Hacienda, Juan Pablo de Botton Falcón, elegido para encabezar la Secretaría de Administración y Finanzas.

De Botton es amigo de José Ramón, Andy y Gonzalo López Beltrán. Los tres estudiaron el nivel medio superior en la “Escuela Logos”, cuyo propietario y director es Sergio de Botton, padre del funcionario. A Juan Pablo no se le regatea su capacidad técnica para el cargo, pero tampoco se puede ocultar que los López Beltrán son sus ‘jefes políticos’.

Otro cargo muy importante en la estructura es la Secretaría de Gobierno, donde Clara tampoco pudo designar a uno de los suyos. César Cravioto, senador y parte importante del equipo de campaña de ella, le reporta no sólo a Batres, como es de dominio público, sino también de manera directa a López Obrador, a quien conoce desde hace por lo menos 20 años, porque fue yerno de un muy amigo del presidente, el tabasqueño Raúl Ojeda Zubieta, dos veces candidato a la gubernatura. Él es abuelo de la hija de Cravioto y de Paola Zubieta, quien fue “gacela” de López Obrador en sus tiempos de jefe de Gobierno. En este sexenio ha ocupado la Jefatura de la Unidad de Atención a Población Vulnerable del DIF Nacional.

Otra dependencia de “primera división” es la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, porque desde ahí se controlan todos los programas sociales que después sirven para ganar elecciones. Ahí Brugada colocó a una investigadora cercana a Claudia Sheinbaum: la doctora Araceli Damián González, “pobretóloga”, consejera presidenta del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México desde 2021, instancia de la que fue directora general durante los tres años previos.

En otro cargo de “primera división”, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, repite Pablo Vázquez, avalado desde la Presidencia de la República.

También la titular de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales (cargo de “primera división”), Eréndira Cruzvillegas viene del Ejecutivo Federal, donde fue jefa de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura. Él cargo que ocupará es de un poder inmenso. Ahí se controlan todos los asuntos jurídicos del GCDMX: la regularización de la tenencia de la tierra, reglamentos, además, del Registro Civil, el Registro Público de la Propiedad y de Comercio y el Archivo General de Notarías y Justicia Cívica.

Brugada todavía puede designar a gente suya para encabezar un área clave de “primera división”: la Jefatura del Gabinete, donde todo apunta será Xiména Guzmán, su brazo derecho.

En Secretarías de “segunda división” Brugada designó también a gente que le enviaron de Palacio: Alejandra Frausto, (Turismo), Alejandro Encinas, Secretaría de Planeación y Ordenamiento Territorial (antes Seduvi); que le mandó Sheinbaum, como Miriam Urzúa, o Batres, con Inti Muñoz, en la recién creada Secretaría de la Vivienda, Inti Muñoz.

Si Clara no puede designar alguien suyo para encabezar estas dos últimas posiciones en realidad quienes tendrán el control absoluto de las dependencias estratégicas del GCDMX serán AMLO, Sheinbaum y Batres. Lo veremos.

 

 

 

David Polanco

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