Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
A la par de haber iniciado su virtual campaña por la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno, la edil Clara Brugada también ya arrancó lo que será la sucesión en la alcaldía Iztapalapa que encabeza desde 2018, y su carta fuerte es la diputada local Martha Ávila, coordinadora de Morena en el Congreso capitalino.
Pero enfrente tiene no a cualquier rival. Es una adversaria de gran poder, que además cuenta con la venia de Palacio Nacional: la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, quien para el 10 de enero de 2024 habrá concluido su encargo como Fiscal, por lo que estaría habilitada para ser candidata. El requisito en la Constitución local es que al menos 90 días antes de la elección no ostente un cargo como el que tiene actualmente. Los comicios serán en junio de ese año.
Una ventaja adicional de Godoy es que muy probablemente contaría con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues goza de toda su confianza. Por esa razón, él la apoyó para que fuera designada en su encargo actual, lo que le ganó el mote de fiscal carnala.
De cualquier manera, por si desde Palacio requirieran a Godoy para otro cargo, tiene su plan B para Iztapalapa. Se trata de su sobrino, el diputado local Carlos Cervantes Godoy, quien llegó al Congreso de la Ciudad de México por la vía plurinominal. O sea, no tuvo que hacer campaña en algún distrito electoral, lo que le complica un poco el panorama.
Del lado de Brugada, aunque no fuera la ungida de Morena para la Jefatura de Gobierno, no podría buscar de nueva cuenta la Alcaldía de Iztapalapa, pues lleva dos periodos consecutivos, que es el límite.
Brugada quiere la candidatura a Iztapalapa para la coordinadora para Martha Ávila, quien paradójicamente podría competir contra quien le dejó el cargo en la legislatura pasada en el Congreso, pues era la suplente de Ernestina Godoy.
Ávila no cuenta hasta hoy con las mejores credenciales, pues se le ha complicado gobernar a la bancada de Morena. Una evidencia es que hace unos días no pudo reunir a todos los legisladores morenistas para la sesión ordinaria: de los 29 que conforman la bancada, acudieron sólo 14.
Otro problema que carga Ávila es que en el Palacio del Ayuntamiento están molestos con ella porque desde marzo no ha logrado que se aprueben dos de las más importantes reformas para el gobierno de Claudia Sheinbaum: elevar a derecho constitucional los programas sociales “Mi Beca para Empezar” y “La Escuela es Nuestra”.
El enojo con ella es porque desde la federación le armaron la alianza PRIMOR, con lo que no debería tener dificultad para juntar los 44 votos que se requieren para modificar la Constitución local.
Y lo peor, es que la propia Ávila ha dado muestras de debilidad, pues se queja y acusa al PAN de bloquear esta reforma desde la Comisión de Puntos Constitucionales, cuyo presidente es el panista Diego Garrido, a quien acusan que no quiere convocar a sesión para dictaminar las iniciativas referidas, aunque bien podrían hacerlo a la par dos secretarios de dicho grupo de trabajo.
Así, Martha Ávila podría ser la candidata a Iztapalapa, como premio de consolación a Brugada, en caso de que no fuera la abanderada a la Jefatura de Gobierno. Pero si Brugada fuera la ungida por la Ciudad de México, sería más probable que para esa Demarcación la abanderada sea Godoy o el sobrino. Lo veremos.
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