Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Enkoll, la encuestadora que trabaja para la campaña de Claudia Sheinbaum y publica en algunos medios nacionales y uno internacional, difundió ayer un estudio demoscópico que sin duda encendió las alertas en el cuarto de guerra de Clara Brugada: contrario a lo que ella ha difundido que trae más de 20% de ventaja por sobre Santiago Taboada, ese sondeo le da 11%.
La mayor preocupación que tienen en el equipo de Brugada es que en esta elección polarizada –el esquirol Salomón Chertorivksi no va a crecer– los puntos valen doble: el que uno lo gana, el otro lo pierde. Por ello, la diferencia real ronda el 6%, aunque los morenistas tienen a su favor que por ahora Taboada se ha estancado.
Tanto en las encuestas de Morena como en las de la oposición, la precampaña que corrió del 5 de noviembre al 3 de enero no movió las tendencias. Es decir, Taboada no ha subido y está en un momento muy difícil, porque lleva 20 días bastante alejado de los reflectores, además de que se desapareció la última semana del año. Cierto, Brugada tampoco ha brillado, pero trae la ventaja del apoyo de Batres, desde la Jefatura de Gobierno, con los programas sociales y recursos públicos que ello implica.
Taboada debe encontrar una estrategia para crecer. Giras como la que hizo el fin de semana a Yucatán para reunirse con el gobernador panista de aquella entidad, Mauricio Vila, no sirven de nada en la CDMX. Tampoco le suma, y en una de esas hasta le resta, que se vaya a montar en un incidente como el de la semana pasada en la obra del Tren Interurbano, para sacarle raja política. Eso no le cae bien a la gente, porque a diferencia de la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, que fue por su lado al lugar de los hechos, ella estaba obligada a ir por ser la autoridad en la demarcación. ¿De verdad Taboada tendrá cuarto de guerra?
La referida encuesta de Enkoll tiene una lectura adicional: es parte de la disputa por el poder en Morena, pues esa misma empresa difundió que Batres supuestamente tiene el 42% de aprobación entre sus gobernados. El dato se publica en pleno choque frontal con Sheinbaum por las candidaturas a las Alcaldías y diputaciones en la capital. Poner a Batres con esa calificación tan baja tiene dos objetivos: debilitarlo en la negociación, pero también ir preparando el terreno para que, si Morena pierde en la capital, responsabilizarlo a él y no a Sheinbaum. La realidad es que, para muchos, los poco más de 6 meses de Batres han sido mejores –habrá quienes digan ‘menos malos’– que los cuatro años y medio de Sheinbaum.
Mitofsky, de Roy Campos fue más benevolente con Batres. Es otra de las empresas que también pastorea su paisana Heidi Osuna, propietaria de Enkoll y sobrina del también sinaloense Edmundo Berumen, –a quien la mafia de encuestadores formados en el salinismo llaman Teacher–. Mitofksy le otorgó el 48% de aprobación al jefe de Gobierno, aunque esa empresa es poco confiable. Basta ver lo que publicó ayer: le da 30 puntos de superioridad a Sheinbaum por sobre Xóchitl Gálvez, cuchareo que ni Sheinbaum le cree, porque ni ella se concede tanta ventaja. En su cierre de precampaña habló de 20 puntos. Otros estudios demoscópicos de ese grupito también le dan ventajas a Sheinbaum que rondan los 30 puntos: Francisco Abundis, Jorge Buendía, Carlos Penna, Demotecnia, Báez, Moreno, Covarrubias, y las de otros socios AMAI. Ni en Morena les creen y le están haciendo un daño enorme a Sheinbaum, del que pueden arrepentirse. Lo veremos.
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