Otra vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que intervenir para salvar a su corcholata favorita para la sucesión presidencial 2024, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, luego de que se metió en un pleito con el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, y de pasada se inmiscuyó al gobernador de aquella entidad, Cuauhtémoc Blanco, por el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda.
Otra vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que intervenir para salvar a su corcholata favorita para la sucesión presidencial 2024, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, luego de que se metió en un pleito con el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, y de pasada se inmiscuyó al gobernador de aquella entidad, Cuauhtémoc Blanco, por el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda.

Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea


Otra vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que intervenir para salvar a su corcholata favorita para la sucesión presidencial 2024, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, luego de que se metió en un pleito con el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, y de pasada se inmiscuyó al gobernador de aquella entidad, Cuauhtémoc Blanco, por el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda.

López Obrador pidió a la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, (FGJ), Ernestina Godoy, que ayudara a quitarle esa papa caliente a Sheinbaum. Por eso, el lunes, la fiscal capitalina solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) que atrajera en su totalidad el caso de este feminicidio.

Godoy (la fiscal que fue designada en el cargo en 2019 por instrucciones de López Obrador), buscó al titular de la FGR, Alejandro Gertz, para comentarle el deseo presidencial para proteger a la corcholata favorita.

De inmediato, Gertz utilizó las facultades que le confieren la Constitución y la Ley de la FGR en los artículos 5 y 19, para atraer casos del fuero común, en este caso por el delito de feminicidio de Ariadna Fernanda y los que resulten.

Esto es completamente legal, porque además el artículo 40 de dicho ordenamiento, en su párrafo quinto, establece la atribución de la FGR para investigar y perseguir los delitos del fuero común respecto de los cuales se haya ejercitado la facultad de atracción.

La propia Sheinbaum informó de la atracción del caso por parte de la FGR, y argumentó que fue para determinar si autoridades de Morelos cometieron algún ilícito.

“¿Por qué atrae el caso la Fiscalía General de la República? Y ¿Por qué la ciudad, la Fiscalía General de Justicia está de acuerdo en esa atracción? Porque nosotros seguimos sosteniendo que hubo una mala actuación por parte del fiscal de Morelos”, expuso Sheinbaum.

En realidad, fue un respiro para ella cerrar uno de tantos frentes que tiene abiertos, y que sólo le han ido generando desgaste y distracción respecto de su proyecto fundamental, que es la Presidencia en 2024.

El lunes de la semana pasada, Sheinbaum acusó a Uriel Carmona de manera frontal y directa. “El fiscal general de Justicia del Estado de Morelos está encubriendo y tratando de tapar un feminicidio. Hay presuntos nexos entre el feminicida y la Fiscalía General de Justicia de Morelos».

Además de meterse en el pleito con el Fiscal, Sheinbaum generó otro problema: hacer pública la información de una carpeta de investigación podría empantanar el caso, pues podría incurrir en lo que llaman los abogados “efecto corruptor de la investigación”. En otras palabras, la violación al debido proceso y lo que ello implica, pues Sheinbaum presentó una imagen de la carpeta de investigación contra el imputado Rautiel.

Sheinbaum argumentó que la Fiscalía morelense determinó con base en una necropsia, que Ariadna Fernanda murió por broncoaspiración. Después, las autoridades judiciales de la CDMX practicaron otro peritaje al cadáver, y determinaron que falleció por contusiones, y abrieron una indagatoria por feminicidio en la Fiscalía capitalina.

La semana anterior hubo una guerra de declaraciones entre autoridades de Morelos y de la CDMX, incluido el mismo gobernador Cuauhtémoc Blanco. Por eso, el presidente decidió quitarle un problema a la jefa de Gobierno.

Así, López Obrador de nuevo salvó a su pupila Sheinbaum y de pasada le pidió que cierre los frentes de conflicto que tiene abiertos y no se meta en asuntos que sólo la desgastan y la distraen. A ver si le hace caso.

David Polanco

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