Glorieta de Colón
Martí Batres, jefe de Gobierno, sigue sin poner el ejemplo, a pesar de que su jefe político, el presidente López Obrador ya lo hizo: el martes aceptó ser inoculado con la vacuna cubana Abdala, contra el covid 19, fármaco disponible ya en clínicas y hospitales del sector público, desde hace 10 días, al mismo tiempo que la actualizada vacuna contra la influenza estacional. Batres encabezó el arranque de la campaña de vacunación otoño-invierno en la capital del país hace una semana, pero no puso el ejemplo de inocularse, y eso que siempre ha dicho que admira la ciencia médica cubana, además de que el nombre de esta vacuna, “Abdala” es en honor a un poema del héroe independentista de Cuba, José Martí, por el cual sus padres decidieron llamar al hoy jefe de Gobierno “Martí”. Ya al menos aparente vacunarse, al fin que no le cuesta trabajo simular.
Döring se ‘perredizó’
Tal parece que el coordinador de los diputados del PRD, Federico Döring ya padece el mal de los perredistas –hoy la enorme mayoría militantes de Morena–, que cree que todo se resuelve con la mera renuncia de los funcionarios. Resulta que tras el accidente del martes en la Línea 7 del Metro, en que unas escaleras de la estación Polanco se frenaron intempestivamente –al parecer por falta de mantenimiento, aunque el Metro dijo que fue provocado–, el diputado panista de inmediato salió a pedir que se separe del cargo Guillermo Calderón, director del Metro. Por supuesto que a este funcionario, como muchos otros en el Gobierno capitalino y hasta legisladores de todas las bancadas en el Congreso, les ha quedado muy grande el cargo, pero su mera renuncia no resolvería el problema de fondo, porque no es quién dirige, sino la política pública errónea de abandono persistente del Metro durante más de 20 años, que se agudizó en el último quinquenio, en la administración de Claudia Sheinbaum. Sería bueno que el panista tuviera más altura de miras.
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