Glorieta de Colón
Como en los mejores tiempos del agandalle priísta, en Tlalpan se ha vuelto a vivir algo así. Resulta que el gobierno de la supuestamente izquierdista y progresista Alfa González ordenó levantar y llevar ante el juez cívico a por lo menos 70 personas –franeleros– que en distintos puntos de la Demarcación “cuidaban” coches. La alcaldesa perredista, originaria de Coahuila y ahijada política de Los Chuchos, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, argumenta que tomó la decisión de quitarlos porque había muchas quejas de que los le cobraban a la gente entre 30 y 60 pesos por estacionarse en la vía pública. La edil chuchista no dialogó con los “viene-viene” y simplemente los remitió sin permitirles regular su actividad y mantener su modo de vida. Curiosamente, cuentan, prácticamente todos son militantes o simpatizantes de Morena. Ahí está el cambio en Tlalpan, donde al parecer estaban mejor cuando estaban peor, porque de la inseguridad ni se diga.
Sheinbaum, Arnaldo y la ‘4T’
¿Por qué la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, estará tan empecinada en que se aplique en su totalidad el Plan B de la reforma electoral del presidente López Obrador? ¿No se sentirá segura de ganar con las normas del 2018? –que siguen vigentes tras el freno que puso la Suprema Corte a la enmienda completada en febrero pasado–. Por cierto, al tocar este tema, Sheinbaum se metió con el ex presidente del INE, Lorenzo Córdova, pues hizo un contraste de éste con su padre, el politólogo Arnaldo Córdova, a quien refirió como “un respetado militante de izquierda”. A ver si no luego se le revierte a Sheinbaum, por aquello de que uno de sus secretarios es hijo de una muy prestigiada investigadora de El Colegio de México, que en sus ensayos critica con gran agudeza y sustento las políticas del actual Gobierno y refiere que la “4T quiere destruir todo lo bueno que se cruza por su camino”.
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