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Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea

Una semana antes de las elecciones, Ricardo Monreal recurrió a una medida desesperada porque sabía que su hija Catalina Monreal tenía perdida la elección en la Alcaldía Cuauhtémoc: invitó a sus oficinas a dialogar, a hacer las paces, a René Bejarano, quien durante casi dos décadas había sido el cacique en esa demarcación, hasta que fue desbancado por el zacatecano en 2015.

Después de ese encuentro, Monreal se quedó esperanzado de que Bejarano le hubiera dado vuelta a la página de 2021, cuando operó en contra de su esposa, y que juntos ahora pudieran ganar la Alcaldía Cuauhtémoc, con su hija Catalina de candidata.

A posteriori, es evidente que Bejarano sólo le dio el avión. Él ya tenía su propio juego político: ganar las dos diputaciones locales en la Cuauhtémoc con cercanas a su esposa, Dolores Padierna: el Distrito 9, con Ivón Sánchez Chávez, y en el Distrito 12, Leonor Gómez Otegui; ella migró del PRI a Morena hace unos 5 años, a la par de Dunia Ludlow, quien fue la “Autoridad del Centro Histórico” y después subsecretaria de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública con Claudia Sheinbaum. Es decir, regenteaba el comercio informal, que en especial pulula en la Cuauhtémoc.

Esta es una parte que explica la historia de la derrota de Catalina Monreal en la Cuauhtémoc. Hay versiones que refuerzan lo anterior; otras cambian con matices. Pero todas coinciden en que a Monreal se la cobraron, lo castigaron, en Morena y los ciudadanos en las urnas y por eso ganó Alessandra Rojo de la Vega.

Dos diagnósticos de la oposición: que en el Distrito 12, donde están las colonias Hipódromo, Condesa, San Rafael, Tabacalera, Santa María la Ribera, Juárez, Cuauhtémoc, Roma Norte y Sur, la gente decidió votar dividido: apoyó a todos los candidatos de Morena, excepto a Clara Brugada y a Catalina, pues ahí ganó con buena diferencia Rojo de la Vega y hasta Santiago Taboada.

En esas colonias de clase media la gente en su mayoría ha calificado muy mal a los gobiernos de la Cuauhtémoc, en especial desde que llegó Monreal, porque no atienden como es debido los servicios públicos.

Segundo diagnóstico de oposición: Morena hizo su operativo de compra de votos, coacción y todos los chanchullos posibles para que ganaran Claudia Sheinbaum, Clara Brugada, el Senado, las diputaciones federal y local en la Cuauhtémoc, pero no movieron un dedo para que ganara Catalina.

Entre morenistas, un primer diagnóstico es parecido al anterior, con matices y cambio de enfoque: según ellos, no hicieron trampas para que ganaran las otras cinco candidaturas en la Cuauhtémoc. Todo fue legal, pero los ciudadanos decidieron que no debería continuar el grupo de Monreal al frente de la Alcaldía. Lo cierto es que hubo hechos que beneficiaron a Padierna, como que la oposición llevó a tres candidatas a diputadas en el Distrito 12, con lo que fácilmente ganó su candidata Gómez Otegui.

Otra lectura entre militantes de Morena es que había mucha molestia de los operadores territoriales del partido, líderes de colonias, y por supuesto sus jefes tipo Padierna, Bejarano, quien no le perdonó a Monreal que en 2021 hizo perder a su esposa, y por eso ahora él hizo perder a su hija. La enorme diferencia es que en aquella ocasión Padierna aceptó sin chistar su derrota, y ahora de Monreal hay un gran alarde, politiquería, recursos leguleyos, presiones a las autoridades electorales para que anulen la elección, lo que en última instancia seguramente no ocurrirá. Lo veremos.

 

 

 

 

David Polanco

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