FOTO: Especial
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Glorieta de Colón

 

Tal parece que Ulises Lara, el encargado de la FGJ y cuñado del jefe de Gobierno, Martí Batres, ya cayó de la gracia de los diputados de Morena en el Congreso de la Ciudad de México. Este jueves, mientras los panistas exigieron su renuncia y lo acusaron de ayudar a un delincuente a sustraerse de la justicia, los legisladores del partido oficial brillaron por su ausencia. Ni le hicieron caso, acaso unos porque no lo soportan, según nos afirman, y otros porque estaban muy ocupados en el Teatro Metropolitan, festejando que Claudia Sheinbaum recibió su constancia como presidenta electa. Por cierto, fue un día negro Javier Corral, el rescatado por Lara, pues no pudo ir a esa celebración, y también ya es un hecho que quedó fuera del Gabinete de Sheinbaum, quien debe estar furiosa con él y con Lara porque su escenita le hizo sombra a su festejo. Dicen que Clara Brugada está pensando seriamente en designar a Lara como titular de la Central de Abasto. Es en serio.

 

¿Luviano y Esparza en Gabinete?

A unos días de que Clara Brugada dé a conocer a su Gabinete, nos llega información de algunos posibles nombramientos. Para la Secretaría de Obras se encamina el alcalde sustituto de Iztapalapa, Raúl Basulto Luviano, a pesar de que ha sido señalado por haber beneficiado a empresas relacionadas con él cuando la construcción de las “Utopías” en esa demarcación. Bueno, en realidad a la mejor esa es la razón por la cual lo van a designar, porque Brugada pretende construir 100 “Utopias” en su sexenio. Otro cargo que prácticamente está confirmado es María Elena Esparza Guevara, enlace con medios de la campaña de Brugada, como titular de Comunicación Social.

 

Ni papel de baño

Paradojas en el Congreso de la Ciudad de México: mientras los legisladores se otorgaron un bono de 300 millones como liquidación de la Segunda Legislatura (unos 4.5 millones por cada uno de los 66), en los baños del recinto de Donceles y Allende no hay jabón, ni papel. Y como en Servicios Generales nada hacen al respecto, los trabajadores no tuvieron de otra más que organizar la coperacha.

 

David Polanco

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