By 
Carlos Díaz de León Valdez
Hoy, el PRI progresista promoverá su adaptabilidad modernizante, actualizando estructuras verticales, sectoriales y adherentes para hacerlas un fiel espejo de la nueva realidad global, nacional y local (Alito: “sí cambiaron el mundo y México, el PRI cambiará”); cambiará métodos y procedimientos para que la renovada pedagogía político-partidista sea la punta de lanza de la militancia y la dirigencia priistas, que priorizará la calidad por encima de la cantidad, porque contamos con un vasto capital político, intelectual y profesional, que nos identifica como la mejor cantera de nuevos y mejores representantes políticos, servidores públicos y estadistas.
Los nuevos momentos políticos, nos obligan a tomar ideas que jamás imaginamos adaptaríamos en épocas pasadas o repudiamos por largo tiempo. Muchas ideas por ser inoportunas para la sociedad y la época se marchitaron y murieron, mientras otras que fueron útiles y efectivas para solucionar problemas se popularizaron y contribuyeron al desarrollo; porque el entorno social, el período y las circunstancias en que aparecieron y crecieron fue el correcto. Las ideas regresivas por conservadoras, se doblegarán ante la fuerte embestida de la realidad, y como dice el dicho: “La mentira dura, hasta que la realidad llega”, y las circunstancias se imponen a los caprichos y las ocurrencias de las verdades decretadas, o se cae la frase: “Yo tengo otros datos”.
Las nuevas ideas políticas sustituyen a las impuestas, porque los sucesos cotidianos hacen ver que las antiguas son inadecuadas. Las teorías políticas retoman ideas de épocas pasadas, pero en condiciones muy distintas, por eso aparece, la inteligencia política de la adaptabilidad. El conocimiento es acumulativo y las ideas políticas del pasado son precursoras de otras posteriores más desarrolladas. La teoría política avanza como respuesta a los cambios en el entorno social para resolver nuevos y viejos problemas.
Los políticos profesionales plantean una multiplicidad de ideas de gran sensatez; y el líder hace una contribución mayor, porque sus ideas responden a los requerimientos del momento, al asignarle una gran importancia al entorno social, político y económico para que sus acciones sean acordes a sus ideas.
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