Mediante un pronunciamiento, 87 de los 127 senadores signaron un texto de respaldo a Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, ante lo que consideraron agresiones en su contra de parte de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que fueron vistas por el legislador zacatecano como parte de la “jauría de Claudia Sheinbaum», la principal corcholata presidencial.
Este apoyo equivale al 70 por ciento de los integrantes de la Cámara Alta, por encima de los votos necesarios para reformar la Constitución, para lo cual se requieren dos tercios (85 legisladores). Es decir, los senadores duritos que respaldan a Sheinbaum no pasan de 30, con lo que ni siquiera les alcanza para aprobar una reforma a una ley secundaria.
A nombre de gobernadores
No hay día en que la jefa de Gobierno no evidencie que está más interesada en ser candidata presidencial en 2024 que en gobernar la CDMX.
El miércoles emitió un comunicado que dijo es a nombre de otros gobernadores de Morena, para apoyar la reforma electoral propuesta López Obrador. Según Sheinbaum, esta enmienda “tiene el objetivo de fortalecer la democracia con mayor participación del pueblo, así como reducir los altos costos de los procesos electorales, con el fin de que sean destinados al bienestar social”.
Para algunos, quiso decir que buscan tomar control total del INE, para garantizar su triunfo en el 2024.
Basta un llamado de AMLO
El Gobierno de la Ciudad de México tiene un reto especial para el próximo domingo: que haya saldo blanco en la manifestación en “defensa del INE”, del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución.
El presidente López Obrador ha insultado a quienes marchen, que “en su mayoría son personas racistas, clasistas y muy hipócritas”. Si el mandatario quiere ayudar a su corcholata Claudia Sheinbaum, todavía puede hacer un llamado enérgico a sus huestes para que se porten bien y no agredan a los manifestantes.
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