Desde antes del ayotzinapazo, el secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch, no era aceptado por los duros, los radicales de Morena, esos que controlan el partido. Pero es la corcholata de Claudia Sheinbaum, y por eso lo impulsa como su sucesor, incluso en contra de los designios de Palacio.
Desde antes del ayotzinapazo, el secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch, no era aceptado por los duros, los radicales de Morena, esos que controlan el partido. Pero es la corcholata de Claudia Sheinbaum, y por eso lo impulsa como su sucesor, incluso en contra de los designios de Palacio.

Análisis

Alejandro Lelo de Larrea

Desde antes del ayotzinapazo, el secretario de Seguridad de la CDMX, Omar García Harfuch, no era aceptado por los duros, los radicales de Morena, esos que controlan el partido.

Después del informe de Ayotzinapa de Alejandro Encinas, en el que le atribuyeron haber participado en una reunión donde se fraguó la miserable “verdad histórica”, Harfuch quedó apestado para un amplio sector de los radicales de Morena y para para ellos mismos, también fulminadas sus posibilidades de ser candidato a la Jefatura de Gobierno en 2024.

Pero para una muy poderosa y pragmática integrante de ese bloque duro tal parece que Harfuch sigue siendo su corcholata para el 2024. Sí, para Claudia Sheinbaum. Tan es así, que el pasado lunes, día de su informe entre puro aplaudidor (estilo Fox, Calderón, Peña) en el Auditorio Nacional, ubicó a su jefe de policía a su costado derecho, incluso más cerca que el supuestamente número 2 del Gobierno, Martí Batres.

Además, la propia Sheinbaum fue quien promovió que Harfuch ganara el aplausómetro de los invitados, lo que por supuesto no gustó al propio Batres, ni a la secretaria de Seguridad Ciudadana de AMLO, Rosa Icela Martínez, la gran favorita presidencial para la candidatura al GCDMX en 2024.

Precisamente el apoyo del que goza Rosa Icela Martínez no es del agrado de Sheinbaum, quien al parecer no se percata que ella es un apéndice de López Obrador, y por lo tanto no tiene atribuciones políticas de promover a su corcholata Harfuch para el 2024. Esta postura de la jefa de gobierno ha ido escalando una confrontación con la secretaria federal, quien le ganó la batalla más reciente.

Resulta que hace unos días, Sheinbaum le recomendó a la todavía gobernadora electa Mara Lezama Espinosa a un allegado de Harfuch para designarlo titular de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo. Se trató de Manelich Castilla Craviotto, quien fuera suboordinado de Harfuch en la Policía Federal de Enrique Peña.

No sólo los militares, también Rosa Icela Rodríguez le confirmó información al presidente López Obrador sobre presuntos vínculos de Manelich Castilla con la delincuencia organizada que opera en San Luis Potosí. De inmediato, el presidente mandó un mensaje urgente con una propuesta que no podía rehusar Lezama: destituir de manera fulminante al amigo de Harfuch y designar en su lugar al capitán de infantería de Marina, Rubén Oyarvide, quien había sido el encargado de la seguridad en el Municipio de Benito Juárez.

Esto no sólo fue una derrota política para Sheinbaum, sino también se hizo acreedora a un regaño de parte del presidente, no tanto porque se anda metiendo en donde no le toca, sino por el tipo de gente que recomienda.

Con todo, lo claro es que a pesar de que en Palacio Nacional Harfuch está vetado para la jefatura de Gobierno (acaso por eso él mismo se ha descartado), Sheinbaum continúa impulsándolo, a pesar de los costos que le acarrea y le seguirá acarreando. Allá ella.

 

Esto no sólo fue una derrota política para Sheinbaum, sino también se hizo acreedora a un regaño de parte del presidente, no tanto porque se anda metiendo en donde no le toca, sino por el tipo de gente que recomienda.

 

Sheinbaum, clientela a modo

Como en las demás alcaldías, el Informe de Claudia Sheinbaum en la Alcaldía Cuauhtémoc lo realizó ante un selecto grupo de ciudadanos, para tener el control y así evitar abucheos, rechiflas y cualquier hecho negativo.

Esta crítica también la lanzan las nuevas generaciones, como la dirigente del Movimiento Nueva Aztlán, Rita Cecilia Contreras, quien en sus redes sociales le pidió a Sheinbaum que de perdida se dé un baño de pueblo, “para que conozca la realidad en la que vive la gente en colonias de alta marginación y más inseguras de la Alcaldía, como son la Esperanza, Tránsito, Obrera, Doctores, Centro, Paulino Navarro, Atlampa, Valle Gómez, Morelos, Buenos Aires, Buenavista, Guerrero, Peralvillo, San Simón Tolnahuac, colonias abandonas y olvidadas en toda su gestión”.

Otro de los mensajes de Contreras es que los datos de Sheinbaum “son diferentes a la realidad que vivimos día a día (por) falta de oportunidades, puntos de venta de droga, inseguridad en nuestras calles y corrupción con la SCC, no necesitamos que se presente en un Monumento solo con la gente que le aplaude como lo hizo en el Auditorio Nacional.

 

El bromista Silvano Aureoles

Parece de guasa, pero lo dijo en serio. Resulta que el exgobernador de Michoacán, el perredista Silvano Aureoles Conejo anunció que buscará la candidatura presidencial de su partido, para 2024. Según él, busca una alianza con el PAN. Después del desastre que dejó en Michoacán, Aureoles mejor debería pedir disculpas y retirarse para siempre de la política. Pero no, vive en otra realidad. Así son.

 

 

David Polanco

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