La Macro Plaza del Jardín Cuitláhuac fue la sede donde las familias disfrutaron las delicias y tradicionales variedades gastronómicas entre los que destacaron los tamales verdes, mole, rajas, adobo, pollo, cochinita pibil, chicharrón, costilla, hongos con queso, fresas con crema, zarzamora con queso, guayaba y chocolate, entre muchos otros. Foto: Especial.


Ciudad de México, 3 febrero 2022 (REDACCIÓN/ CDMX MAGACÍN).- Una derrama superior a los 3 millones de pesos dejó la decimoprimera Feria del Tamal en Iztapalapa, lo que a su vez constituyó un paso adelante en materia de desarrollo económico, además de preservar las tradiciones, pues enmarcó la celebración del Día de la Candelaria.

El evento convocó a más de 60 mil visitantes que pudieron disfrutar de los cientos de especialidades gastronómicas y variedades de tamales de varias regiones, ofrecidos por 50 expositores, en su mayoría empresarios locales del sector de alimentos, además de exponentes provenientes de
Venezuela, Colombia y Costa Rica, así como Puebla, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, San Luis Potosí y Tabasco.

La Macro Plaza del Jardín Cuitláhuac fue la sede donde las familias disfrutaron las delicias y tradicionales variedades gastronómicas entre los que destacaron los tamales verdes, mole, rajas, adobo, pollo, cochinita pibil, chicharrón, costilla, hongos con queso, fresas con crema, zarzamora con queso, guayaba y chocolate, entre muchos otros.

Las variedades gastronómicas dieron cabida a tamales con piezas completas de chamorro, costilla, varillas de distintas carnes, cortes de res, chorizo argentino, camarones empanizados y cocidos, pulpo, pescado, mantarraya y costillas, cuyos alimentos aportaban una comida completa para familias asistentes.

No faltaron los tamales prehispánicos que algunos de los expositores y especialistas en alimentos han rescatado de la cocina tradicional mexicana, y por lo que en su oferta gastronómica destacan los tamales tlapiques, zacahuil, charales, chapulines, hongos y frijol, entre muchos otros que se acompañan de atoles de todos los sabores y bebidas tradicionales como el téjate y pozol.

En su momento, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, destacó la presencia de los 50 expositores, quienes son empresas, en su mayoría originarios de la demarcación, adicional a los estados y países invitados, y por ello la inclusión de ellos para activar la economía local con la industria más legendaria que enmarca las festividades de los pueblos y barrios originarios.

Brugada Molina recordó que la última feria del tamal desarrollada en 2019 se alcanzó una derrama económica de casi 3 millones de pesos y 54 mil visitantes, sin embargo, las ferias se suspendieron por el inicio de la pandemia.

También hubo diversos eventos culturales, musicales y de entretenimiento que aportaron armonía e interacción con las familias asistentes durante su estancia en la magna oferta gastronómica que envuelve la industria del tamal nacional e internacional.

Bajo todas las medidas de protección sanitaria, en la entrada y salidas del circuito de la Feria del Tamal, personal de la alcaldía Iztapalapa aplicó gel antibacterial en manos, toma de temperatura y desinfectó constantemente las áreas más concurridas de los asistentes para cuidar en todo momento la salud e higiene y con ello, contribuir a la reducción de contagios.

Otro de los atractivos fue el Niño Dios Gigante, cuya altura alcanzó siete metros en vertical, estuvo sentado y vestido por sus artesanos creadores con la vestimenta de la Salud y la Paz para el mundo y dicha figura lució al centro de la Feria del Tamal, ya que fue apreciada y reconocida por los visitantes, quienes no dejaron escapar la oportunidad para tomarse la foto del recuerdo.

El acontecimiento estuvo resguardado en todo momento por personal de seguridad.

David Polanco

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