+Positivos 58 integrantes del futbol profesional mexicano –hombres y mujeres, incluidos directivos en menos de 48 horas
+Cálculos extraoficiales estiman en más de 200 desde que empezó la pandemia en febrero pasado
+Hasta julio de 2020 había un centenar de casos
+Prima el negocio sobre vida de jugadores aficionados y del mediocre espectáculo
+Debutan con triunfos Javier Aguirre, Monterrey, y Santiago Solari, América; pierde Cruz Azul, que dirige Juan Reynoso
Ciudad de México, 11 Enero (CDMX MAGACÍN/JESÚS YAÑEZ).- Ensombrecido por 58 casos positivos en la oscuridad de Covid 19, este fin de semana, arrancó el futbol profesional mexicano –uno de los países más letales en el mundo por ese virus con 133 mil decesos–. De nuevo quedó de manifiesto que –en el arranque de la presente década– prima la empresa por encima de la vida de jugadores y aficionados. Así como del espectáculo que, por lo general, nada en la fosa séptica de una pasmosa mediocridad.
Y donde sólo un tercio de los clubes más poderosos son firmes aspirantes al título. Los demás, por lo general, son rémoras. Los zares del balón han tenido la osadía –al amparo de la Federación Mexicana de Futbol y las autoridades sanitarias–, en este mortuorio escenario, de abrir en cuatro ocasiones estadios al público con aforos restringidos, desde el comienzo de este flagelo:
Akron, de Chivas; Victoria, de Necaxa; y, curiosamente, dos veces Kraken, de Mazatlán –antes Morelia, equipo propiedad de Ricardo Salinas Pliego, empresario consentido del presidente Andrés Manuel López Obrador, y segundo hombre más rico de México con 12 mil millones de dólares–.
O, como dice el diario La Jornada en su columna semanal de análisis del balompié local, que publica hoy, los brotes de coronavirus entre los clubes están al “alza, ¡peor que el torneo anterior!” Alarma y preocupa más entre la población. Porque seguirá incontenible la mortandad hasta marzo-abril.
Pero, puntualiza, el balompié «se aferra a la misión de rescatar el negocio y ser un paliativo en tiempos de encierro.” Versiones periodísticas estiman que cada torneo del futbol local, deja una derrama económica, en tiempos normales, de casi cuatro mil millones de pesos. Hay clubes que han dejado de percibir hasta 40 por ciento de sus ingresos.
En realidad, agrega, refiriéndose a la parte deportiva, el torneo es “bastante tranquilizador” para los candidatos al cetro; que se inquieten, advierte, cuando les toque enfrentarse entre ellos –un puñado de seis, siete de los 18 equipos–.
Lo demás, será “un paseo” por un certamen que se “elonga” y deja a un “gran pelotón flotando en el limbo, resignados a ser comparsa”, analiza.
Otro sector, abunda, “se debatirá” en la lucha para evitar pagar la multa de 120, 70 y 50 millones de pesos pactados para los que queden en último, penúltimo y antepenúltimo lugares de la tabla de cocientes.
Recordemos que durante cinco años –diez torneos—fue abolido el torneo por no deceso, así como el de ascenso. Medida preñada de supina insensatez. Que hará más agudo el tufillo a mediocridad de la alcantarilla balompédica nacional.
Debuts, regresos y rachas caracterizaron el arranque del Guardianes 2021, torneo corto número 50 en la historia del futbol mexicano, además de los triunfos de Javier Aguirre, Monterrey –con salario de ensueño: cuatro millones de dólares–, y Santiago Solari, América, uno con más de 19 años sin dirigir en México y el otro con su primer equipo en esta liga.
Pero, por ahora, dicho campeonato, es sólo una quimera.
Ya lo dejó claro el técnico campeón, Ignacio Ambriz, recientemente afectado de Covid 19:
“En la fecha tres o cuatro el público verá al verdadero León”, dijo.
Eso sí, un afortunado debut, tuvieron ambos, Aguirre y Solari. Aunque el estratega argentino –apasionado lector de Jorge Luis Borges y colaboraba en el diario español El País– no pudo estar físicamente en el banco amarillo por cuestiones de visa laboral.
Al Vasco, 62 años de edad, en el ocaso de su carrera –donde nada relevante ha ganado– de plano, no le satisfizo su equipo y los de Coapa también se fueron con sonrisas a medias.
Ganaron, pero están conscientes de su gris, tirándole a oscuro, desempeño.
Los Rayados de Aguirre dejaron la impresión de que tenían la mesa puesta para aplastar al Atlas cuyo nivel trabajosamente da para la Primera División.
Pero carecieron del talento suficiente para aplastar a las –llamadas alguna vez– Margaritas.
Las Águilas tampoco pudieron brillar ante un San Luis –sucursal del Atlético de Madrid español– que está hermanado con el Atlas en eso de sufrir para no pagar aquella millonada. Sin embargo, la lupa estará de fijo sobre estos equipos que decidieron romper con el sistema de carrusel que reciclaba técnicos.
“Algo nuevo desembolsarán –Aguirre y Solari– de su bagaje, por más que se diga que en el futbol ya todo está inventado”, estima La Jornada.
El Vasco, trotamundos mexicano –España, Japón, Emiratos Árabes, Egipto– jamás detuvieron barreras culturales ni de idioma, mientras Solari, quien pasó por el Real Madrid y cumple con la imagen impecable que tanto buscaba el equipo, afina un cuadro aguilucho-galáctico ahora con la llegada de otro elemento, Jordan Silva.
Desde la jornada 1, de lo poco loable, han comenzado los debuts de canteranos mexicanos:
Chivas dio la oportunidad a Sergio Flores (25 años), Pumas a Ángel García (20 años), Necaxa a Daniel López (20 años) y Atlético de San Luis a Jesús Piñuelas (22 años); dos medios, un delantero y un defensa, respectivamente.
Y sanseacabó.
Los refuerzos también hicieron su aparición. Uno de los casos más destacados fue el del delantero paraguayo Carlos González, el traspaso más costoso del mercado invernal de la Liga MX con un valor de 4.8 millones de euros –cerca de 100 millones de pesos– (de acuerdo con Transfermarkt), quien marcó su primer gol con Tigres en la victoria 2-0 sobre el campeón León.
En ese mismo partido, el portero Nahuel Guzmán llegó a 126 partidos sin recibir gol con la playera de los Tigres, es decir, el 40% de su trayectoria (308 juegos desde 2015), mientras que Tuca Ferretti sumó su sexto torneo consecutivo arrancando con victoria.
Juan Reynoso, nuevo director técnico de Cruz Azul –con 23 aciagos años sin obtener su noveno título–, debutó con derrota de 1-0 ante Santos en Torreón. El peruano alineó a nueve de los elementos que fueron titulares ante Pumas en la voltereta histórica de semifinales del torneo pasado.
La Máquina ha arrancado con victoria en uno de los últimos cuatro torneos cortos.
Por más cambios plegarias, promesas y cambios no logra conjurar el verbo maldito: cruzazulear.
La jornada 1 también dejó el debut de otros refuerzos como Antonio Valencia, ex capitán del Manchester United, con Querétaro, así como del colombiano Mauro Manotas, procedente del Houston Dynamo, con Tijuana.
Además, los mundialistas mexicanos Jorge Torres Nilo y José Juan ‘Gallito’ Vázquez debutaron con la playera del Toluca, en tanto que Mauro Lainez, hermano de Diego, debutó con gol con el América.
Por cierto, Diego De Buen, campeón de la Liga de Expansión el torneo pasado con Tampico Madero, regresó a jugar a Primera División con Puebla después de siete años.
Eterno albañal, mezquindad de dueños del balón.
Porque no importa la vida de los demás.
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